Los sindicatos ofrecen al BCE rigor salarial para evitar la subida de tipos
La Confederación Europea de Sindicatos (CES) realizó ayer una última y desesperada oferta de moderación salarial para intentar evitar que el Banco Central Europeo eleve mañana los tipos de interés (en el 4% desde junio de 2007) en los países de la zona euro.
En vísperas de la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, el CES se compromete a tomar en cuenta en las próximas negociaciones salariales 'la situación económica en general y la necesidad de evitar una espiral inflacionista de salarios y precios'.
Un estudio presentado ayer por los sindicatos incluso adelanta que el resultado 'más probable' de esas negociaciones para 2009 'es que se alcance un equilibrio entre la necesidad de defender el poder adquisitivo de los trabajadores y la de evitar los efectos inflacionistas de segunda ronda'.
La oferta sindical remata varias jornadas de presión política sobre el BCE para que no inicie una etapa de endurecimiento de la política monetaria. Los gobiernos de España, Francia y Alemania han liderado el coro de voces contra la esperada subida de tipos de 0,25%.
Tanto esos gobiernos saben que, probablemente, ya ese demasiado tarde para que e presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, frene la decisión. Por eso, el objetivo de la campaña parece más bien encaminado a que Trichet no repita la secuencia de ocho incrementos consecutivos que inició en diciembre de 2005. 'Ya entonces', alerta el CES, 'invocó como justificación unas mejoras salariales más altas de lo previsto. Ahora sus temores también son infundados y debe dejar de utilizar los salarios como coartada para subir los tipos'.
Fidalgo plantea sus propuestas
'La moderación salarial es una buena política tanto para los trabajadores como para las empresas'. Así se expresó ayer el líder de CC OO, José María Fidalgo. El sindicato incluye esta apuesta por frenar el aumento de los sueldos, incluso el de los empleados públicos, entre sus propuestas para afrontar la crisis, informa Sergio Cuadro.Comisiones no admitirá recortes en gasto público ni en protección social. 'Los trabajadores no son los causantes de la crisis y, por tanto, no deben ser ellos quien la paguen', recalcó Fidalgo.