Los productos agrarios cuadruplican su coste hasta que llegan al consumidor final
Los agricultores vendieron el kilo de aceitunas en junio a 0,46 euros, mientras que el consumidor final pagó ocho veces más por esas aceitunas. Es uno de los datos que aporta el nuevo índice de precios en origen y destino que publicó ayer, por primera vez, la organización agraria COAG junto a las asociaciones de consumidores UCE y Ceaccu. Según el nuevo indicador, los productos agrarios y ganaderos cuadriplicaron su precio desde su venta en el campo hasta llegar a los comercios y tiendas en el mes de junio. Con este índice, las asociaciones agrícolas y de consumidores pretenden denunciar 'los altos márgenes comerciales que las grandes cadenas de distribución aplican a los productos agroalimentarios'.
Las tres organizaciones que elaboran el indicador han instado a los partidos políticos a aprobar medidas para paliar esta situación y evitar la 'creciente especulación en los mercados de productos agroalimentarios'.
Si bien el precio de los alimentos en origen y destino puede cuadruplicarse, el sector de la distribución comercial defiende que ello no implica que su margen de beneficio sea cuatro veces superior, ya que sus costes, argumentan, son elevados y más con el encarecimiento del gasóleo.
El índice, formado por 32 productos, muestra que los precios se encarecieron en junio un 400% de media desde que salieron de las manos de los ganaderos y agricultores hasta que llegaron al consumidor final. En el caso de los productos agrícolas -sandías, melones o patatas-, el porcentaje asciende al 427%, mientras que los alimentos procedentes de la ganadería -cordero, pollo, cerdo o huevos- incrementaron su precio en un 305%.