Almunia pide evitar los efectos "de segunda ronda" de la inflación
El comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, reconoció hoy su "gran preocupación" por la escalada de la inflación en la eurozona y pidió evitar los denominados efectos "de segunda ronda" en otros precios y en los salarios.
Según el indicador adelantado que hoy difundió Eurostat, la oficina estadística comunitaria, la inflación en los países del euro marcó en junio un nuevo récord al llegar al 4%, tres décimas más que en junio.
"De nuevo, es una mala cifra", señaló Almunia a los periodistas antes de comparecer en el Parlamento Europeo.
El comisario explicó que el encarecimiento de los productos energéticos y los alimentos es la principal causa de la subida y advirtió de que "debemos ser muy cuidadosos en nuestra respuesta".
Incidió en que lo más importante es evitar los llamados efectos "de segunda ronda", con subidas en otros precios y salarios, pues ese sería el comienzo de una "espiral inflacionista".
"Hasta ahora los efectos de segunda ronda han sido inexistentes", señaló, pero reiteró que tanto los responsables de la fijación de precios como los encargados de las negociaciones salariales deben ser "muy cuidadosos".
Almunia dejó claro que, dada su dependencia de las importaciones, la economía europea debe asumir el empobrecimiento derivado de la subida del petróleo y de otras materias primas "para no equivocar la respuesta".
Rechazó, por eso, medidas que distorsionen los precios finales y reseñó que hay que enviar a los consumidores señales claras para que eviten incrementar el consumo de productos cuyo precio está aumentando.
Recordó, no obstante, que las autoridades nacionales tienen margen para ayudar a los colectivos más desfavorecidos a afrontar las subidas, siempre que las medidas estén muy bien dirigidas y limitadas en el tiempo.
En cuanto a las causas que explican el fuerte incremento de las materias primas, tanto energéticas como alimenticias, opinó que es un problema "de oferta y demanda".
Por un lado, explicó, la demanda mundial ha aumentado considerablemente, impulsada en gran medida por el dinamismo de las economías emergentes.
Por otro, agregó, la oferta no ha respondido adecuadamente a este incremento de la demanda, debido a "rigideces" por la falta de inversión, así como a las malas cosechas, la tensión geopolítica y el impulso, mediante cuantiosos subsidios, al cultivo de biocombustibles.