Metrovacesa aprueba mañana el último paso de su escisión
Los accionistas de Metrovacesa aprobarán mañana en Junta General Extraordinaria la fusión por absorción con Sacresa Terrenos 2, último paso del proceso de escisión de la inmobiliaria que se inició en febrero de 2007 cuando sus dueños decidieron dividirla en dos.
No obstante, el proceso llegará totalmente a su fin cuando el ex presidente de la inmobiliaria Joaquín Rivero y su socio Bautista Soler consigan resolver el conflicto que mantienen con el supervisor bursátil francés (AMF), para poder así intercambiar con Metrovacesa algunos activos de Gecina por la participación que la española tiene en la compañía gala.
El pasado 24 de junio, el Tribunal de Apelación de París rechazó el recurso presentado por Gecina ante la decisión de la AMF de rechazar la división en dos de esta empresa, lo que paraliza el tramo francés de la escisión de Metrovacesa.
En virtud del acuerdo de separación, la familia Sanahuja tomó el control de Metrovacesa y se quedó con activos en Francia, mientras que Rivero y Soler se quedaron con la filial francesa Gecina y activos en España.
De acuerdo con el orden del día de la Junta de Accionistas, para acometer la absorción de Sacresa Terrenos 2 (sociedad perteneciente al presidente y primer accionista de Metrovacesa, Román Sanahuja) se llevará a cabo una ampliación de capital por importe de 10,2 millones de euros.
Esta ampliación de capital supondrá la emisión de 6,8 millones de acciones nuevas, de 1,5 euros de valor nominal cada una, que se canjearán en la proporción de 8.206 nuevos títulos de Metrovacesa por cada participación de Sacresa.
Esta operación supone valorar en 515 millones de euros a Sacresa, sociedad que aúna el patrimonio destinado al alquiler de la familia Sanahuja.
Con esta fusión se unifica el negocio patrimonial de los Sanahuja y se evita un conflicto de intereses entre Metrovacesa y Sacresa, ya que ambas tenían centrada su actividad en el sector terciario (comercial, industrial, oficinas y hoteles).