La industria química española facturó 49.000 millones en 2007, un 3,8% más que el año anterior
La industria química en España facturó 49.000 millones de euros en 2007, un 3,8% más respecto al ejercicio anterior, la mitad de los cuales los aportaron empresas químicas catalanas, según datos que el presidente de la Federación Empresarial Catalana del Sector Químico (Fedequim), Antoni Zabalza, presentará esta tarde en la asamblea general de la asociación.
Según Fedequim, el crecimiento del volumen de negocio se debe al buen comportamiento de las ventas en el exterior, que representan el 54% de la producción.
En 2007, las exportaciones alcanzaron los 21.600 millones de euros, un 9,3% más que en 2006, y se dirigieron especialmente al mercado europeo, consolidado al sector como el segundo mayor exportador de la economía española, tras la automoción. Las importaciones crecieron menos que las exportaciones, lo que se traduce en una mejora del índice de cobertura, que llegó al 73%.
Las previsiones de la industria química para este año presentan ¢ciertas incertidumbres¢, según la federación, debido en gran medida a su ¢vulnerabilidad¢ ante la coyuntura económica, su ¢fuerte¢ relación con el sector de la construcción y la ¢ralentización¢ de la demanda interna.
El aumento de precio de las materias primas y de la energía, la bajada del dólar -que ha encarecido las exportaciones y ha favorecido la entrada de productos de países emergentes, como China e India-, así como el diferencial de la inflación española con la media comunitaria, son algunos de los factores macroeconómicos que están condicionando la actividad química.
Asimismo, la federación expuso que existen factores propios como la ¢excesiva regulación¢ sobre el sector, tanto desde el punto de vista medioambiental, con normativas como el Reach y la IPPC; como desde del punto de vista de la seguridad, principalmente con la aplicación de la directiva Severso.
Respecto a la normativa comunitaria Reach, Fedequim indicó que la vigilancia de la sustancias procedentes de terceros países y la complejidad y el coste del reglamento puede incrementar los costes productivos de la industria catalana hasta un 20%.
Ante la coyuntura actual, la federación apostó por impulsar la actividad en I+D+I en el sector químico para acercarse a los niveles de los principales competidores. En la misma línea, valoraron positivamente iniciativas como el Centro Tecnológico de la Química, impulsado por la Conselleria de Innovación, Universidades y Empresa, y el futuro Pacto Nacional para la Investigación y la Innovación.