Madrid, capital mundial del petróleo y la sostenibilidad
En 1933, Thomas Dewhurst (1881-1972), por entonces presidente del Instituto del Petróleo británico, organizó por primera vez lo que posteriormente se ha convertido en el Congreso Mundial del Petróleo. Su preocupación por las distintas cuestiones que afectaban a esta industria le llevó a reunir a profesionales de todos los campos relacionados con el petróleo, desde técnicos a químicos, pasando por académicos y dirigentes políticos y empresariales, para establecer un foro común de diálogo que abordara desde todos los puntos de vista posibles las cuestiones que afectaban, entonces y también ahora, a una industria de gran influencia en la economía global.
El Comité Organizador Español presentó la candidatura de Madrid a principios de 2004. æpermil;ramos conscientes de la dificultad de ganar este proyecto, pues tradicionalmente el Congreso Mundial del Petróleo ha sido organizado por países productores. Pero, a la vez, sabíamos que nuestro país, un jugador de peso en la escena económica mundial en general, y cada vez más importante en la industria petrolera en particular, podía defender la organización del Congreso Mundial del Petróleo sin complejo alguno. El papel de España como país consumidor fiable y respetado, el protagonismo de nuestras compañías de hidrocarburos en campos tan destacados como el refino o la extracción en otros países, dio alas a un proyecto gestado con ilusión, esfuerzo y profesionalidad. Tras una dura y leal pugna con las ciudades de Doha (Qatar) y Nueva Delhi (India), la mayoría de los países miembros del Council, en torno al 67%, eligió Madrid en noviembre de 2004 como ciudad organizadora del 19o Congreso Mundial del Petróleo.
Uno de los primeros aspectos que tuvimos que abordar desde el Comité Organizador Español fue la temática del congreso. La sostenibilidad, que ya había formado parte de los asuntos debatidos en otras ediciones, convinimos en ésta que debía ser el eje principal que marcara el resto de los aspectos a tratar. La situación actual en la que se encuentra inmersa nuestra industria -mayores necesidades de suministro por el incremento continuo de la demanda, consumo eficiente e impacto en el medio ambiente, entre otros- así lo requería.
El petróleo, un bien agotable, es todavía insustituible totalmente como fuente de energía; y, aunque los ciudadanos sólo perciben una mínima parte de la influencia del petróleo y sus derivados en su vida diaria, la sociedad del bienestar, tal y como hoy la conocemos, no sería posible sin él. Por ello, la industria es consciente de que debe caminar hacia un modelo más sostenible y menos contaminante, abundando en la diversificación de las fuentes de energía. Pero también lo es de la tarea divulgativa que debe ejercer para implicar a los ciudadanos en la tarea común del ahorro energético.
Durante las cuatro jornadas en las que se celebra este gran acontecimiento internacional, expertos de todo el mundo analizarán las medidas necesarias para responder a la demanda de productos más limpios y maneras de trabajar para cumplir con la responsabilidad de suministro con prácticas transparentes, fiables y respetuosas con el medio ambiente. Todo ello lo refleja de forma inmejorable el lema de esta edición: Un mundo en transición: suministro de energía para un crecimiento sostenible.
Quizás nuestro sector no haya sido capaz de transmitir con claridad su interés real y concreto por el impacto que el desarrollo normal de nuestra actividad productiva tiene en el medio ambiente y en las comunidades donde está presente. Quizás la imagen negativa que en general se atribuye a la industria petrolera pueda justificarse, no por el correcto desempeño de sus profesionales, sino por nuestra mayor o menor indiferencia a la hora de comunicar los avances e iniciativas que hemos ido implantando a lo largo de los años a favor de un mayor respeto a nuestro entorno en general.
Pero los hechos demuestran que la industria petrolera ha sido en muchas ocasiones pionera -incluso antes de que las distintas normativas nacionales e internacionales impusieran los controles que hoy conocemos- en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero; en la disminución de elementos contaminantes en los carburantes, como el plomo y el azufre, y en los avances tecnológicos que han favorecido un consumo energético más eficiente y, en consecuencia, menor contaminación por unidad de producto elaborado o de servicio prestado.
Esta es una preocupación real de la industria y así hemos querido reflejarlo en este acontecimiento de relevancia internacional: el 19o Congreso Mundial del Petróleo, por iniciativa del Comité Organizador Español, será, por primera vez desde que se organiza este congreso, un evento libre de gases de efecto invernadero. Para ello, y tras el preceptivo inventario de emisiones y verificación de las mismas, se utilizará el denominado mecanismo de compensación de carbono (carbon offsetting), mediante el cual se comprarán reducciones de emisiones llevadas a cabo en países en vías de desarrollo y se retirarán del mercado para la consecución de una reducción efectiva.
Además, y conscientes de nuestra responsabilidad con la sociedad, hemos querido que este congreso sea un congreso abierto. El denominado tercer sector tiene también mucho que aportar, y su voz se podrá escuchar en el 19o Congreso Mundial del Petróleo. Representantes de ONG como Transparencia Internacional o Amnistía Internacional aportarán su particular visión de esta industria precisamente desde el corazón de la misma.
Sostenibilidad, responsabilidad social, derechos humanos y el futuro de la industria Consumo eficiente, precios, incremento de la demanda, reservas y colaboración necesaria entre compañías nacionales e internacionales Todos estos temas serán motivo de debate para las más altas personalidades del sector, desde ministros, directivos de compañías y técnicos, hasta académicos, estudiantes y jóvenes profesionales. Del 29 de junio al 3 de julio, el 19o Congreso Mundial del Petróleo convertirá Madrid en la capital mundial del petróleo y la sostenibilidad.
Jorge Segrelles. Presidente del Comité Organizador Español del 19o Congreso Mundial del Petróleo