Predicciones en papel mojado
Aventurarse a realizar predicciones sobre la dirección de las Bolsas es en estos momentos cuando menos temerario. Pero ese al fin y al cabo es el trabajo del analista, y se le paga por valorar a las compañías en función de una serie de parámetros y de unas perspectivas futuras. En el gremio, como en botica, hay analistas buenos y malos. Los hay que aciertan y que se equivocan, unos más que otros. Pero es raro ver informes de análisis en los que se reconoce que se metió la pata.
Goldman Sachs lo ha hecho. El pasado 5 de mayo recomendó en un informe los sectores financiero y de consumo. Según recoge la agencia Bloomberg, el banco de inversión ha revisado sus valoraciones y ha reconocido en una nota que aquella recomendación era 'claramente errónea'.
'En mayo elevamos el peso de los sectores financiero y de consumo en la creencia de que ambos se beneficiarían de la recapitalización de los bancos y del estímulo fiscal', señala el analista David J. Kostin en una nota a sus clientes. 'Vista en retrospectiva, nuestra tesis era claramente errónea'. El problema de fondo es que ahora el analista no acaba de ver un suelo en el deterioro del mercado de crédito hasta el año que viene, lo cual dificulta el acceso de bancos y consumidores a la financiación; por no hablar del problema añadido que supone para estos últimos el descenso del precio de la vivienda y el aumento del desempleo.
En esta crisis, que se viene desarrollando a cámara lenta desde hace un año, es normal que las predicciones suelan acabar en papel mojado, porque las variables para el análisis van cambiando día tras día.
Las casas de Bolsa tienen claro cuáles son los valores que realmente están baratos y que tienen las de ganar. Pero no se atreven a poner una fecha, porque la sensibilidad del mercado está a flor de piel y lo estará mientras no quede claro cuál es la profundidad de la crisis en que estamos inmersos.