Rivero y Soler esperan hoy la decisión de la Corte de París sobre su actuación en Gecina
La Corte de Apelaciones de París tiene previsto comunicar hoy la sentencia sobre la actuación de Joaquín Rivero y Bautista Soler en la inmobiliaria francesa Gecina. La familia Sanahuja, propietaria de Metrovacesa, aguarda también el veredicto para cerrar la escisión de la compañía, acordada hace más de un año.
La escisión de Metrovacesa acordada en febrero de 2007 entre Joaquín Rivero y la familia Sanahuja todavía no está cerrada. No estará completada hasta que Sanahuja, actual propietario de Metrovacesa, reciba activos de la inmobiliaria francesa Gecina, tal y como acordaron los empresarios cuando firmaron el acuerdo de reparto de la inmobiliaria española.
De acuerdo a ese contrato de escisión, la familia Sanahuja retenía la mayoría del capital de Metrovacesa menos su participada Gecina; a cambio recibiría activos de la inmobiliaria francesa, en la que todavía controla el 27% del capital. Por su parte Joaquín Rivero mantendría el control de la francesa Gecina y recibiría activos de Metrovacesa.
Pero la familia Sanahuja aun no ha recibido los activos acordados de la compañía francesa. Porque la justicia de aquel país estimó, el pasado mes de diciembre, que Joaquín Rivero, junto con su socio en Metrovacesa Bautista Soler, habían actuado en concertación en Gecina. Y que de acuerdo al contrato de escisión de Metrovacesa superarían el 33,3% del capital, umbral a partir del cual deberían lanzar una opa por el 100% del capital de acuerdo a la legislación francesa, ya que la salida de Sanahuja de Gecina implicaría una ampliación de la participación en el capital de la francesa de Rivero y Soler (que ahora poseen un 17,8% y un 15,36% respectivamente). Por esa razón la sentencia que tiene previsto comunicar hoy la Corte de Apelaciones de París es tan importante para Rivero y Soler como para la familia Sanahuja.
Que Rivero venda el 7% de Gecina no evita que tenga que lanzar una opa, considera un abogado francés
La Autoridad de los Mercados Financieros (AMF) consideró que tras la operación estipulada por el contrato de escisión de Metrovacesa, (una opa), por el cual ampliarían su participación en Gecina, ambos accionistas tendrían el 42,7%, lo cuál les obligaría a lanzar una opa sobre la empresa. Los representantes de ambos accionistas declararon ante la Corte el pasado 6 de mayo donde reiteraron su rechazo a la alegación de concertación. Y argumentan que no pueden ser obligados a lanzar una opa antes de aprobarse definitivamente la escisión de Metrovacesa.
En caso de no obtener el respaldo de la Corte de Apelación, a Rivero y Bautista les quedaría la opción de vender parte de sus opciones para rebajar su participación en el capital por debajo del umbral del 33,3%. Rivero ya anunció tras conocerse el dictamen del gendarme bursátil francés, en una entrevista al diario francés La Tribune publicada el 17 de abril, su intención de vender antes de 'finales de junio' el 7% de sus acciones. La operación, todavía no comunicada, estaría en 'fase de negociaciones con inversores institucionales', confirmó un portavoz de Gecina.
Sin embargo, la AMF considera que los dos accionistas sumarían tras la opa el 42,7% del capital, por lo que de confirmarse la venta quedaría en un 35,7%. 'El 7% no es suficiente', explica Johann Lissowski, abogado bursátil en la corte parisina y antiguo encargado de misión del agente bursátil. 'En caso de estar unas décimas por encima del umbral, cabe la posibilidad de pedir un plazo a la AMF antes de realizar la opa, pero por encima del 35% es demasiado', indica.
Cláusula de 600 millones
De acuerdo con el contrato de escisión firmado entre Joaquín Rivero y la familia Sanahuja, el incumplimiento por parte de alguna de las partes del mismo implicaría el pago de 600 millones de euros al perjudicado. En diciembre de 2007 Román Sanahuja, presidente de Metrovacesa, advirtió que si la escisión de Metrovacesa no se cerraba en un mes se activaría esa cláusula. La advertencia llegaba después de que la AMF ya hubiera comunicado su impresión sobre la posible concertación entre Rivero y Soler. Ha pasado medio año y no se ha vuelto a hablar de esa cláusula. Entre medias, aunque Sanahuja no ha recibido aun la parte acordada de Gecina, su presencia aun en el capital de la inmobiliaria francesa le ha servido para recibir el dividendo acordado por Rivero: 84 millones de euros. La decisión de hoy de la AMF podría volver a poner sobre la mesa esa cláusula.