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Banca y seguros

Dos parientes a cargo de un mismo negocio

Primos hermanos financieros. La banca y el sector asegurador han ido mano a mano en los últimos 30 años. En la década de los setenta, varias entidades de crédito disponían de importantes participaciones en compañías de seguros. Banco Español de Crédito en La Unión y el Fénix, Bilbao en Aurora Polar, Vizcaya en Plus Ultra, Hispano en Vitalicio, Central en La Estrella o Zaragozano en Uniseguros son sólo algunos ejemplos.

Las vacas flacas de las finanzas en los años ochenta acabaron con esta relación. 'El proceso de concentración bancaria y los malos resultados del sector hicieron que estas aseguradoras pasasen a manos de otros grupos', recuerda José Boada, presidente de Pelayo. Uno a uno, los bancos fueron deshaciendo sus posiciones y utilizando los recursos obtenidos para sanear sus cuentas. Entre los compradores figuraron nombres como Axa (Aurora Polar), Generali (La Estrella y Vitalicio), Aviva (Plus Ultra)... La participación de las cajas en Caser, que data de 1960, sobrevivió.

La configuración de la bancassurance española estaba a la vuelta de la esquina. El fenómeno se inició cuando la década languidecía, con la aprobación de la Ley de Planes y Fondos de Pensiones. 'Entonces, las entidades buscaron una fuente de ingresos basada en los seguros de vida, ahorro y pensiones que complementaba, de forma natural, la oferta bancaria y proporcionaba una ventaja fiscal', apunta Julián López, consejero delegado de Zurich.

El final de los ochenta y los primeros ejercicios de los noventa presenciaron la constitución por parte de la banca de compañías de seguros propias para vender productos de vida y planes de pensiones. La estrategia resultó un éxito. Hoy, más de un 70% de las primas del ramo se captan a través de las oficinas de bancos y cajas, según los datos de Icea. 'La banca ha sido esencial para el desarrollo del seguro de vida en los países del Mediterráneo. En el caso de España, se han alcanzado grandes cuotas de penetración gracias a la permeabilidad en ventas de las cajas y los bancos', subraya Joaquín Capdevila, director general de Santander Seguros.

Otros factores también han resultado cruciales. 'En gran medida, muchos productos de seguros de vida no son realmente tales, sino productos más bien bancarios, de ahorro con prima única, que se justificaban por las ventajas fiscales vigentes hasta 2007', añade Jaime Kirkpatrick, director de bancaseguros de Aegon.

El boom inmobiliario vivido en el país desde mediados de los noventa ha hecho que la banca también cuente con un peso importante en otras actividades aseguradoras. Así, genera un 12% del negocio de accidentes personales y un 31% de las pólizas multirriesgo para el hogar. Además, está detrás de algunas compañías de venta directa. Es el caso de Línea Directa Aseguradora, participada por Bankinter, o Direct Seguros, en cuya fundación intervino BBVA.

Distribución. Un rosario de alianzas cambiantes

En el mundo financiero los cambios de pareja están a la orden de día. Las alianzas entre entidades de crédito y aseguradoras han sido frecuentes en 30 años, pero igual que unas se forjan, otras concluyen. Santander fue socio comercial de Metlife y Generali durante los noventa. Se separaron cuando el banco decidió ocuparse en solitario de sus seguros. BBVA y Axa mantuvieron una estrecha colaboración desde 1992. El acuerdo acabó en 2001. La alianza entre La Caixa y Fortis, formalizada en la constitución de Caifor, duró algunos años más, pero también se rescindió. Fue en 2007.No obstante, algunos matrimonios aguantan. Es el caso de la colaboración entre Allianz y el Banco Popular, que se remonta a 1989, o Mapfre y Caja Madrid, que data de 1998 y vive ahora una puesta al día. Además, surgen nuevas parejas. Grupos como Aviva, Aegon, Generali o Zurich no pierden ninguna oportunidad para suscribir joint ventures.

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