De las casas de alta costura a una 'moda para todos'
Más experta, exigente y preocupada por las tendencias. Si la moda es el reflejo de la sociedad de una época, la universalización del gusto por el vestir da una clave del desarrollo de las tres últimas décadas: avances sociales, políticos, económicos, tecnológicos y, con ellos mano a mano, cambios en la vestimenta y en el sector textil. A la par, figuras del diseño español dando el salto internacional con éxito sin precedentes.
'Estos 30 años han sido el escenario de un país en el que cada vez más gente se ha sentido invitada a disfrutar de la moda', dice Roberto Verino, uno de los máximos representantes de la moda española dentro y fuera de nuestras fronteras. 'Hoy, España es un país que sabe de moda, que siente la moda, que le gusta vestir a la moda'. Y, como telón de fondo: 'Hace 30 años no se podía entender el concepto de moda sin unirlo a una calidad demasiado cara... Hoy, afortunadamente, esa calidad está al alcance de muchas más personas'.
Se ha sustituido así el escenario de casas de alta costura para una minoría y precios elevados a un marco de democratización de la moda, con diseños originales y asequibles. A ello han contribuido no sólo los grandes diseñadores, sino la explosión de cadenas como Inditex, Grupo Cortefiel o Mango, entre otras. 'Antes, la moda era muy cara, elitista. Hemos conseguido que se convierta en un producto popular', explica Enric Casi, socio consejero director general de Mango. Anselm van den Auwelant, consejero delegado de Cortefiel, analiza que 'la moda española ha pasado de ser un sector que producía y confeccionaba para los líderes mundiales a liderar internacionalmente la distribución y las tendencias'.
Ante la democratización, brota el valor de la diferenciación. 'Hoy en día nos encontramos con un mercado muy dividido en los extremos, sin apenas lugar para el producto medio', dicen el diseñador Andrés Sardá y su hija Nuria. 'La exclusividad, la diferencia, el ser único es algo que el consumidor actual valora mucho'.
Surgen también nichos de especialización con gran acogida: calzado y complementos, ropa interior, moda infantil o vestidos de novia, por citar ejemplos. 'España se ha situado en el mapa de la moda gracias a las grandes cadenas de moda pronta. En el sector de novias, España es la referencia', dice Manuel Mota, director creativo de Pronovias.
La diseñadora Rosa Clara ahonda: 'Conseguimos revolucionar un sector dormido: acercando los grandes diseñadores a las novias e introduciendo el concepto moda, diseño y calidad en las colecciones nupciales'. Y, ante todo, la rapidez de los cambios que presiden la moda. Sita Murt sentencia: 'Tienes que ser muy competitivo para tener éxito en los mercados internacionales .... Tienes que ser innovadora, creativa, industrial, viajera, global, local...'.
Competitividad. La modernización del sector
La generalización del gusto por la moda en las últimas décadas ha abierto un mercado potencial que hace 30 años sería casi impensable. Sin embargo, el aumento de la oferta y la fuerte competencia de países con costes de producción más baratos han provocado la necesidad de transformación de la industria.En ese marco, la deslocalización de la actividad productiva, la apertura a mercados exteriores y la publicidad han sido las grandes bazas. Al mismo tiempo, la potenciación de la distribución se ha convertido en un factor determinante de la competitividad. Así, de ser una industria eminentemente fabricante, se ha pasado al diseño y la distribución como elementos de desarrollo. Aparte de las grandes cadenas textiles, que ya son líderes en mercados retail de todo el mundo, la creación de tiendas propias se impone como una tarea para sustentar el crecimiento de las marcas españolas.