La industria tradicional deja paso a los servicios
Quizá el dato que mejor resuma el cambio que ha experimentado la economía de la Comunidad Valenciana en los últimos años sea el de la tasa de cobertura de su comercio exterior. Puede parecer simplista, pero ilustra lo ocurrido especialmente en los últimos años. La industria tradicional, sobre la que se basaba buena parte del crecimiento económico valenciano, se ha visto sobrepasada por la globalización.
El hecho de que las empresas de sectores como calzado, textil o juguetes, por poner tres ejemplos, dependieran en buena parte de una mano de obra extensiva y con salarios más bajos que en el resto de la Unión Europea, le daba una ventaja que la irrupción de China en el contexto económico mundial le ha arrebatado. Así, según datos del Icex, si en 1988 la Comunidad Valenciana registraba una tasa de cobertura del 149%, en los últimos tres años el saldo ha pasado a ser negativo. Ya se importa más que se exporta, aunque es importante destacar que las ventas al exterior no han dejado de crecer en todo este tiempo.
La crisis de los sectores manufactureros ha obligado a una necesaria reconversión. Muchas empresas se han quedado por el camino, aunque también muchas otras se han sabido adaptar al cambio, centrándose en el diseño y la comercialización. Otros sectores, como el azulejero o el del automóvil -por la presencia de la Ford-, se mantienen fuertes.
Pero el futuro de la Comunidad Valenciana viaja en otro sentido. El turismo, que también ha sido fuente de ingresos, con Benidorm como ejemplo, es la base sobre la que se está diseñando una economía de servicios. Dos han sido las vías en las que la Comunidad Valenciana ha crecido en los últimos años con la vista puesta en ese futuro: la construcción de segundas residencias para el mercado europeo, fundamentalmente, y la puesta en marcha de complejos y eventos capaces de llamar la atención del gran público y atraer visitantes. Desde el parque temático de Benidorm, Terra Mítica, hasta la Ciudad de las Artes y de las Ciencias, recinto este último que es la imagen habitual de un territorio que quiere salir en el mapa, como se repite ahora en concreto desde la clase política.
Y en esa voluntad de difundir la imagen de la Comunidad Valenciana se enmarcan los grandes eventos apoyados por las Administraciones públicas, como la celebración de la Copa del América de vela o la próxima carrera de Fórmula 1 en un circuito urbano en Valencia. La industria cede el paso al espectáculo.
Identidad. País Valencià o 'poder valenciano'
En 1978, la Comunidad Valenciana era tan distinta a la de hoy que ni se llamaba así. El nombre actual se inventó para desbloquear la guerra de símbolos que marcó la transición valenciana. Políticamente, del País Valenciano preautonómico, denominación que pugnaba con Reino de Valencia, queda poco. El nacionalismo de izquierdas y el regionalismo de derechas se han diluido con los años. Por la Generalitat Valenciana sólo han pasado los dos grandes partidos, el PSPV-PSOE, con Joan Lerma, 12 años en el cargo, y el PP. En 1995, Eduardo Zaplana, que acuñó la frase el poder valenciano buscando influir en la política nacional, abrió la era popular que hoy dirige Francisco Camps.
Datos
Habitantes: 4.885.029PIB per cápita: 21.239Superficie: 23.255 km2I+D/PIB: 0,96%Extranjeros: 14,9%Fuente: INE