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Coyuntura económica

La economía francesa crecerá un máximo del 1,6% en 2008, según el instituto de estadística galo

El crecimiento de la economía francesa será más débil de aquí a finales de año y no superará el 1,6% para el conjunto de 2008, según los datos de coyuntura publicados por el Instituto nacional de Estadística y Estudios económicos (Insee), que prevé un crecimiento del 0,2% en el segundo trimestre y un estancamiento en el tercero para repuntar ligeramente, un 0,2%, a finales de año.

La principal causa del menor crecimiento hay que buscarla en la inflación, que alcanzará el 3,2% en 2008, si el barril de petróleo se mantiene en el entorno de los 130 dólares y que se aleja de la previsión gubernamental, que habla de una inflación media del 2,2% con un Brent a 100 dólares. La cotización del euro tendrá igualmente un impacto negativo sobre el conjunto del año.

La ministra de Economía, Christine Lagarde, considera las previsiones del Instituto ¢exageradamente pesimistas¢, sobre todo si se compara con las previsiones de otros organismos, como el Fondo Monentario Internacional (FMI) o la OCDE, que no bajan del 1,7%, o las de propio Gobierno que lo sitúa entre el 1,7% y el 2%.

¢Creo que sobre las previsiones de inflación el Insee es también bastante sombrío y no me parece justificado por la evolución que constamos en los mercados¢, declaró la ministra en la emisora France-Info.

La reducción del paro, sensible en el primer trimestre, prácticamente se interrumpirá, y la tasa de desempleo se situará en el 7,1 % en Francia a finales de año.

Más allá de los factores relacionados con el contexto internacional, como el precio del petróleo, la tasa de cambio o la rapidez en la absorción de las tensiones financieras, este escenario se ve afectado por dos nuevos factores.

En primer lugar, por la caída de la construcción que continuará en los próximos meses y en segundo lugar por la menor inversión de los hogares, que tendrá una incidencia negativa en el crecimiento.

Francia se verá por tanto afectada por un ajuste del mercado inmobiliario, por lo que la inversión en vivienda, todavía creciente, experimentará un claro descenso en 2008, como apunta la caída de las obras nuevas experimentada a principios de año.

Por el contrario, el buen comportamiento del que han hecho gala hasta ahora las empresas podría prolongarse en el tiempo y mantener así la actividad en un contexto marcado todavía por las tensiones en la producción.

Como ocurre en las etapas en las que se frenan los ingresos, el nivel de ahorro bajará y deberá servir para mantener el consumo, pero esta reducción, según el Insee, será modesto porque los hogares parecen optar por mantener la prudencia y un buen nivel de ahorro.

Por otro lado, el Instituto advierte de que, si bien en el primer trimestre de 2008 el crecimiento mundial se ha recuperado tras un claro debilitamiento en el último trimestre de 2007, esta recuperación será pasajera, porque la ralentización que se vive desde mitad del año pasado continuará durante el resto de 2008.

Sobre la economía internacional sigue pesando, sobre todo, la caída del sector inmobiliario que no da señales de remitir y afecta especialmente a Estados Unidos, Irlanda, España y Reino Unido. A ello, se suma el encarecimiento de las materias primas agrícolas y de los carburantes, que incide en el alza de los precios al consumo.

El Instituto considera que su repercusión sobre el poder adquisitivo se añade a la reducción del valor patrimonial de la vivienda y que ello puede frenar el consumo de los hogares. Además, augura que la crisis de los mercados financieros, que provoca un freno del crédito bancario, también se prolongará.

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