La flor que seduce a los especuladores
Los especuladores en materias primas tienen un nuevo niño mimado: la achicoria amarga o diente de león. Cada día sale un nuevo informe en Wall Street que habla sobre el uso de las hojas y los pétalos de esta flor tanto como alimento para el ganado como combustible para los vehículos.
Los contratos de futuros sobre el diente de león -antes desdeñado por considerársele una mala hierba- subieron un 21% la semana pasada, hasta 4,35 euros por bushel, 12,43 por hectolitro. Un bushel, unidad de medida en los mercados agrícolas, equivale a 35 litros, una media fanega. Esos casi 7 dólares supusieron la mayor cotización desde que comenzó a cotizar en la Bolsa de productos agrícolas orgánicos de Hoboken (HOAX, por sus siglas en inglés), el pasado enero. El 15 de ese mismo mes cerró a 64 céntimos de euro.
'La planta alcanzará los 6,5 euros, y luego los 10 euros por bushel'', predice Chip Signaler, que negocia en HOAX. 'æpermil;sta es una inversión con dos pilares: alimentar al mundo y reducir el coste de la energía', se jacta.
La flor subió a 12,43 euros por hectolitro la pasada semana, su máximo valor
Una de las utilidades de la planta es su empleo para producir combustible
Los agricultores estadounidenses secundan sus pronósticos. Este año, los granjeros han destinado cerca de un 15% de sus tierras al cultivo del diente de león, reduciendo los plantíos de cosechas más tradicionales, como el trigo y la soja. Además, el diente de león, una vez recolectado, se regenera con poca o ninguna ayuda.
La compañía Amalgamated Bio-food preparará 12 de sus plantas de etanol para la producción de combustible hecho con diente de león. Para lograrlo, mezclarán la flor con gasolina. Los científicos dicen que este sustituto será incluso más eficiente que el etanol, al tiempo que las refinerías de Estados Unidos aseguran que el nuevo producto, llamado dandeleen (por su nombre en inglés: dandelion), estará disponible en las estaciones de servicio a principios de 2009.
La demanda de diente de león parece insaciable. En Estados Unidos, los inversores individuales están destinando los beneficios obtenidos de los futuros del trigo a la adquisición de flor amarilla. Y, además, los fondos de cobertura que compraban futuros de crudo como protección contra el debilitamiento del dólar han cambiado esas posiciones por las de diente de león, también en dólares. Sin embargo, no todo son bondades alrededor de esta flor. Los especuladores, que normalmente cancelan sus contratos con otras operaciones antes de la fecha de entrega, entorpecen la demanda de diente que efectúan agricultores, productores de pienso y mayoristas de crudo.
Aunque el auge de este mercado registra las características de una burbuja clásica, los especialistas lo desmienten. Un pienso más barato producido con diente de león significa carne de res más accesible para China, cada vez más pudiente. 'Y eso impulsará la demanda', explican. En combustibles, las expectativas son aún mayores. El diente de león representa una promesa para el abaratamiento de los combustibles, aseguran.
Un buen negocio para gatos y vacas
Siempre se ha sabido que el diente de león tiene un alto contenido vitamínico y de minerales. Sus raíces y hojas son empleadas en la elaboración de té, ensaladas y cerveza. Incluso, para elaborar vino, según descubrió el Ideo Internet Institute. Sus investigadores dejaron una mezcla de hojas y flores remojándose en un plato por la noche. Al día siguiente, vieron que su gato lamió el líquido y dio un brinco. Era vino. Si es bueno para los gatos, '¿por qué no para las vacas?', se preguntaron. Poco después, llegó el tiempo de mezclarlo con combustible. La revolución.El auge del diente de león no ha reducido el interés de los inversores por aquellas otras materias a las que pueda llegar a sustituir en un futuro. El petróleo es un recurso menguante, y será necesario para mezclarlo con el combustible hecho de diente de león. Mientras, el maíz sube ante los pronósticos de menores cosechas, al reducirse su cultivo en favor del dandeleen.Además, los inversores están psicológicamente preparados para seguir comprando granos, metales y crudo. 'Las materias primas seguirán subiendo'', augura el inversor Hart Hammerstein.