Europa proyecta una empresa única para todos sus gasoductos
Las grandes compañías gasísticas de la Unión Europea, según fuentes del sector, estudian la integración de sus redes de distribución en una sola empresa transnacional que gestionaría de manera independiente todos los gasoductos. La iniciativa puede recibir hoy el respaldo del Parlamento europeo.
El Parlamento Europeo se pronuncia hoy en Estrasburgo sobre la liberalización del sector energético europeo (en concreto, sobre las directivas de electricidad). Pero el sector ni siquiera ha esperado a la aprobación definitiva de las nuevas directivas para pergeñar una iniciativa aúnmás ambiciosa que aspira a integrar todas las redes de distribución de gas en una sola compañía.
La idea ha partido de Italia, pero ya está en estudio en Francia y Alemania. Y tanto la comisaria europea de Competencia, Neelie Kroes, como el comisario de Energía, Andris Piebalgs, han sido puestos al corriente de la iniciativa. El grupo Liberal del Parlamento europeo presentará hoy, además, una enmienda a las directivas de liberalización energética que reclama ¢la agregación de los diferentes operadores de los sistemas de transmisión [energética] para crear un operador europeo¢. Y los promotores del proyecto lo están presentando esta semana en Estrasburgo europarlamentarios clave en la legislación energética, como el español del grupo Popular Alejo Vidal-Quadra. El plan, según las fuentes consultadas, prevé en una primera fase que las gasísticas europeas cedan a la nueva empresa la gestión comercial de las redes pero mantengan su propiedad. Después, renunciarían definitivamente a su red para pasar a ser accionistas del nuevo operador, en el que mantendrían, si lo consideran apropiado, una participación proporcional a sus activos originales.
El nuevo gigante de la distribución de gas cotizaría entonces en el mercado bursátil, tanto para garantizar su neutralidad respecto a sus propietarios iniciales como para captar capital procedente de otros inversores. Fuentes del sector creen que esa solución incentivaría al operador europeo a explotar la red de la manera más eficaz y transparente posible, y atraería el capital necesario para garantizar la continua modernización de las infraestructuras. El proceso de integración, por tanto, sería similar al que dio lugar en España al nacimiento de Red Eléctrica Española, propietaria de la red de alta tensión nacional. Pero el gigantesco consorcio gasístico, comparable en cierto modo a la aparición de Airbus o EADS en los sectores aeronáuticos y espacial, reportaría además a la UE un apreciado valor añadido estratégico. Los defensores de la idea creen que una empresa de tal tamaño estaría a salvo de predadores extracomunitarios, sobre todo, de los procedentes de países productores de gas como Rusia que están buscando hacerse con redes de distribución en la UE para reforzar su integración vertical.
Competencia
Otra posible ventaja de la aparición de un operador continental, según los expertos consultados, sería la resolución de los actuales problemas de competencia en el mercado del gas. La semana pasada, sin ir más lejos, la comisaria Kroes acusó a la alemana Eon y a la francesa Gas de France de haber firmado pactos de no agresión en sus respectivos mercados.
El mes pasado, además, Kroes abrió un expediente a la gasística francesa por frenar la competencia acaparando a largo plazo la capacidad de transporte de su red y reduciendo deliberadamente la inversión en la infraestructura de importación de gas. Ambos expedientes pueden llevara multas millonarias o a compromisos con la CE por parte de las compañías. Uno podría ser la cesión de sus redes a un gestor europeo. No hay que olvidar que, en electricidad, Kroes ya ha conseguido arrancarle la red a Eon.
107.000 kilómetros de tubería unen ocho países
Los principales gasoductos europeos suman más de 107.000 kilómetros que recorren Alemania, Austria, Italia, Francia, el Benelux y España. Los partidarios de integrarlos y confiar su gestión y propiedad a un sólo operador creen que una primera fase se podrían fusionar las redes controladas ahora por la alemana Eon Ruhrgas, la austriaca OMV, la italiana Snam, la belga Fluxys y la francesa Gaz de France.Esas cinco compañías transportan cada año un volumen de gas superior a 274.000 millones de metros cúbicos, equivalente a casi el 50% del mercado europeo. Según fuentes del sector, Eni y Eon ya habían creado un grupo de trabajo para analizar la integración pero frenaron la iniciativa en julio del año pasado ante las reticencias expresadas por la dirección general de Competencia de la Comisión Europea. El departamento de Neelie Kroes parecía temer que la concertación de las dos empresas ocultase un plan para repartirse los mercados.Quizá por eso ahora la propuesta de fusión de los gasoductos se estrenó en sociedad en el despacho de Kroes. Fuentes de la CE indican que el consejero delegado de Eni, Paolo Scaroni, planteó la idea a la comisaria durante un encuentro con motivo de la adquisición de Distrigaz por parte de la compañía italiana. Algunas fuentes aseguran que Kroes acogió con entusiasmo el plan, aunque su entorno enfría la reacción de la comisaria.