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CincoSentidos

Vinos de lujo para un mercado moderno

Bodegas Habla, tintos muy actuales con mentalidad empresarial

Romanticismo, tradición, cultura, prestigio e incluso encanto son palabras que se asocian al hecho de elaborar vinos. Pero una bodega no deja de ser un negocio que debe gestionarse con planteamientos netamente empresariales. æpermil;se ha sido el propósito de dos hombres de empresa: José Civantos y Juan Tirado, con la creación de bodegas Habla en Trujillo, Cáceres, una idea gestada entre los años 1996 y 1997 y que ahora ve sus frutos con el lanzamiento de sus primeros vinos.

José Civantos era propietario y vicepresidente ejecutivo de Seur. En un momento dado, decidió vender sus acciones en la compañía y plantearse nuevos objetivos. Pensó en la posibilidad de dedicarse al mundo del vino e hizo un estudio de viabilidad a 12 años. Tenía claro que quería hacer algo diferente.

'No buscaba un rioja o un ribera, sino algo nuevo en una zona sin tradición vinícola', comenta. Buscó fincas en distintas zonas de España hasta que en Trujillo, su localidad natal, encontró un terreno pizarroso con una climatología propicia, de enormes contrastes térmicos, perfectos para el cultivo de la vid, y sin actividad vinícola de relieve (la comarca más conocida, Tierra de Barros, se encuentra a 150 kilómetros).

Convenientemente asesorado por una consultoría bordelesa, comenzó a plantar viñedos de diferentes variedades y tras diversos estudios optaron por el cultivo de cabernet sauvignon, cabernet franc, petit verdot, tempranillo, syrah y malbec. En la finca cuentan con 200 hectáreas de viñedo propio dividas en 64 parcelas, que se trabajan de forma individual, con una viticultura orgánica cuyo objetivo es sacar el mejor partido de la uva. Y aplican las últimas tecnologías con la idea de conseguir producciones de mucha calidad. Todo el trabajo en el campo y en la elaboración se dirige en este sentido. Cámaras de frío para guardar la uva recién vendimiada -como hacen en Vega Sicilia-, varias selecciones de la uva -viñedo, mesa y, tras despalillarse, una última batida uva a uva-, modernos sistemas de vinificación, crianzas en barricas de roble francés. No se han escatimado esfuerzos y una considerable inversión que incluso les lleva a contar con la colaboración de asesores franceses de primer nivel (los mismos que en viticultura lo hacen para Chateau d'Iquem o en enología a Chateau Petrus).

Si en 2001 pusieron en marcha el proyecto, dos años más tarde se terminó la bodega y ahora han sacado sus primeros vinos, los Habla, que, curiosamente, se denominan con un número.

Civantos, el director gerente de la bodega indica que 'cada vino es único e irrepetible, con variedades distintas, diferentes crianzas, de ahí que lleven numeraciones correlativas'.

Números 1, 2 y 3 son los que ahora mismo están en el mercado, con 150.000 botellas producidas para el consumo nacional y 200.000 para el foráneo, distribuidas en 20 países.

Caldos de imagen cuidada y con mucha personalidad

Cinco años y mucho dinero costó diseñar la marca e imagen de las botellas. Rompedora, original, no pasa inadvertida. Tampoco sus tintos. El Habla número 1, es un cabernet sauvignon con 15 meses de barrica, muy atractivo y complejo en nariz, goloso, de boca amplia sabrosa y con cuerpo. El número 2, con 12 meses de crianza, se elabora con tempranillo. Balsámico, fresco y muy frutal, especiado y tostado, resulta cálido, equilibrado, carnoso y amplio en el paladar. Por su parte el número 3 es un syrah con 12 meses en roble, de aromas intensos, dulces, a flores y pimienta. Redondo, con madera muy bien integrada, mejorará en botella. Cada uno se puede adquirir por 40 euros.

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