Solbes saca adelante el techo de gasto con la abstención de CiU
El Congreso de los Diputados aprobó ayer, con los únicos votos favorables de los socialistas y la abstención de CiU y PNV, el techo presupuestario del Estado para 2009. El ministro de Economía, Pedro Solbes, cifró en 160.158 millones el límite de gasto, lo que representa un 5% más que el año anterior.
Por primera vez desde que los socialistas regresaron al poder en 2004, el Gobierno aprobó el techo de gasto sólo con el apoyo del Grupo Socialista. 'La coyuntura económica desfavorable', según el Solbes, y la 'crisis' para el PP, ha llevado al Gobierno a proponer una 'política de austeridad en el gasto público'. El Ejecutivo incrementará el techo presupuestario un 5%, en consonancia con el PIB nominal (el crecimiento económico sin descontar la inflación).
Solbes -que priorizará el gasto social y productivo- calcula que los ingresos tributarios crecerán por debajo del gasto público, en torno al 4,2%. Por otra parte, la desaceleración que sufre España dejará en nada el superávit fiscal que el Estado central logró en los últimos tres años. El Gobierno calcula que el superávit no regresará hasta 2011, cuando el PIB retorne al nivel del 3%.
La Ley de Estabilidad indica que cuando el crecimiento se sitúe entre el 2% y el 3%, los objetivos para Estado y comunidades autónomas debe ser al menos de equilibrio presupuestario. Sin embargo, de forma más o menos dura, todos los partidos políticos criticaron que los objetivos del Gobierno carecen de validez porque se basan en unas previsiones de crecimiento (2,3% para este año y el próximo) excesivamente optimistas. Cristóbal Montoro, portavoz económico del PP, culpó directamente al ministro Solbes de la situación: 'Usted es un imán para la crisis', le espetó, en referencia a la última crisis, la de 1993, en la que Solbes ocupaba la misma cartera.
Para el diputado popular, las cifras del Gobierno son engañosas. Si bien es cierto que el límite de gasto presupuestario aumentará un 5%, en términos de contabilidad nacional, el incremento será del 6,1% respecto a los presupuestos de este año. Montoro puso como ejemplo de 'auténtica austeridad' la política del PP, que en 2004, 'en un momento de fuerte crecimiento', aumentó el gasto público sólo un 2,4%.
A pesar de que ningún grupo apoyó a los socialistas, la abstención de Convergència i Unió y del Partido Nacionalista Vasco, permitió que la propuestas socialista saliera adelante.
Los nacionalistas reprocharon al Gobierno que fijara el equilibrio presupuestario como objetivo para las comunidades autónomas cuando el Gobierno sabe que difícilmente alcanzable. Ni cuando la economía crecía por encima del 3%, la regiones lograron escapar del déficit público.
CiU argumentó que no votaban en contra 'por responsabilidad' y porque esperaban que Solbes cumpliera su palabra de aprobar el sistema de financiación antes del 9 de agosto, tal y como indica el Estatuto catalán. El portavoz parlamentario socialista, José Antonio Alonso, identificó la abstención de CiU y PNV como una puerta abierta al futuro diálogo para aprobar los presupuestos de 2009.