Las regiones negocian por su cuenta el modelo de financiación
Antes de que el Gobierno enseñe sus cartas, algunos Gobiernos autonómicos con intereses comunes ya han entrado en contacto para, al margen de sus colores políticos, defender los mismos criterios cuando llegue el momento, a partir de julio, de negociar el nuevo modelo de financiación autonómica.
Cuando de dinero se trata, resume un destacado dirigente del PSOE, las referencias políticas pasan a segundo plano. Tanto es así que las comunidades con intereses comunes en la negociación del nuevo modelo de financiación ya han entrado en contacto para defender ante Economía y también ante el resto de los territorios los mismos criterios sobre la asignación futura de recursos. A las aproximaciones realizadas entre los gobiernos de Cataluña y la comunidad valenciana, hay algunos ejecutivos regionales que han respondido con reuniones reservadas para buscar un denominador común y que su voz sea también tenida en cuenta. Al Gobierno le consta, por ejemplo, el diálogo entre las comunidades de Extremadura, Galicia, Asturias y Castilla y León, partidarias de que en el nuevo modelo no sólo se tenga en cuenta la población, sino también que se prime, en su justa medida, la dispersión geográfica y el nivel de envejecimiento.
En paralelo a estas aproximaciones, consta el interés del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en que no se generen frentes autonómicos de comunidades ricas contra las regiones más atrasadas, pues ello dificultaría la negociación. Para ello, en La Moncloa y en el Ministerio de Economía se ha trazado una hoja de ruta que, a día de hoy, todavía no ha superado el carácter técnico. Con este objetivo se elevó de rango, en la última reestructuración ministerial, la dirección de Coordinación con las Haciendas Territoriales, convertida ahora en secretaría general de Financiación Territorial. La ocupa el zamorano Juan Manuel López Carbajo, quien ha desarrollado la mayor parte de su vida profesional en la Agencia Tributaria. Carbajo ya se ha reunido con los representantes de Cataluña y esta semana y la siguiente espera hacerlo con los andaluces, los de Baleares y los aragoneses. Son las cuatro comunidades que han aprobado reformas estatutarias y el objetivo es recabar sus propuestas para sumarlas a las del resto de los territorios y poder encontrar un denominador común que permita a Economía mantener un diálogo eficaz con todos a partir del verano.
Antes de agosto, el vicepresidente Pedro Solbes les entregará un informe que recogerá también las bases sobre las que el Gobierno quiere hacer descansar el nuevo sistema y que giran no tanto sobre el traspaso extra de recursos como sobre la transferencia de una mayor corresponsabilidad fiscal, según fuentes oficiales.
Se respetará el compromiso con los municipios
El Ministerio de Economía está dispuesto a mantener el compromiso que vincula al Gobierno con los municipios para abordar la reforma de la financiación local en paralelo a la de la financiación autonómica, según fuentes oficiales.Este compromiso hace todavía más complejo el doble reto que Solbes tiene por delante ya que las posturas entre las comunidades autónomas y los representantes de los municipios divergen bastante. Las primeras exigen una atención preferente ya que la caída de los ingresos fiscales como consecuencia de la desaceleración, sumada a las serias dificultades para financiar de forma ortodoxa los servicios sanitarios y la ley de Dependencia, hacen que sus arcas estén cada vez más deterioradas y expuestas a un creciente endeudamiento. A su vez, los ayuntamientos consideran que están prestando algunos servicios que correspondería brindar a los gobiernos autonómicos, muchos de ellos relacionados con la atención a los inmigrantes, sin recibir a cambio la debida cobertura financiera.Cuadrar el círculo le va a resultar muy difícil a Solbes, estiman fuentes socialistas, aunque de momento las comunidades gobernadas por el PSOE están manteniendo el tipo ante el interés de José Luis Rodríguez Zapatero de no convertir el congreso federal que celebra su partido a primeros de julio en el foro donde estalle la polémica. Después de este congreso, añaden las mismas fuentes, es previsible que las tensiones renazcan con fuerza y caduque esa especie de pacto de silencio sellado por los dirigentes territoriales del PSOE por expresa petición de Zapatero.La inestabilidad que castiga al PP también ha dificultado la búsqueda de una posición común entre las cinco comunidades que gobierna este partido.