El ideario económico del candidato Obama
Propone menos impuestos para la clase media y salud privada.
Histórico' ha sido el término más utilizado para describir el resultado de las primarias demócratas que se cerraron en la madrugada del martes. Barack Obama, hijo de padre keniata y madre blanca estadounidense, se convirtió a los 46 años en el nominado para la candidatura a la presidencia. Es la primera vez que un afroamericano llega tan lejos.
Obama superó con holgura la barrera de los 2.118 delegados necesarios para hacerse con la nominación porque antes de que cerraran las urnas en Dakota del Sur -que se inclinó por Hillary Clinton- y Montana, una marea de superdelegados le ofreció su apoyo.
El senador por Illinois se convirtió en el favorito en Iowa. Entonces era enero y aquel fue el primer embate de estas largas primarias en las que Clinton se perfilaba como la posible ganadora. Las claves de su victoria han estado en una organización magistral de su campaña y un mensaje de optimismo y cambio en las formas de hacer en Washington.
Ahora le queda el reto de unificar el partido y conseguir todos los votos independientes que le sea posible. Y lo hace con un programa económico con el que tratará de dar la vuelta a la severa caída de la confianza y la actual crisis de la vivienda y el crédito, la mayor preocupación de los ciudadanos actualmente.
Obama quiere poner en marcha un plan de ayuda para las clases medias que pueda estabilizar la economía. Su plan pasa por mantener algunos de los recortes fiscales que concedió George Bush y anularlos para aquellas familias o individuos que ganen más de 250.000 dólares al año. A las clases medias, aquellos que ganen menos de 75.000 dólares, les quiere recortar más impuestos y eliminará la obligación de tributar para aquellos trabajadores mayores que ganen menos de 50.000 dólares al año. La cuenta anual de estos recortes ascendería a 80.000 millones de dólares.
A lo que no está dispuesto es a acabar con el impuesto de sucesiones, algo que se está intentando sin éxito por parte de los republicanos. Obama también quiere acabar con uno de las razones por las que los gestores de Wall Street han sido tan partidarios de los recortes fiscales de Bush. Si llega a la presidencia, algo para lo que se medirá con el republicano, John McCain, Obama aumentará la tributación a las plusvalías cuyo tipo llegará al 28%.
Con respecto a la actual crisis de la vivienda, el candidato quiere crear un programa federal para que las hipotecas subprime a tipo variable se puedan convertir en fijas. Además quiere crear un fondo para ayudar a evitar el embargo a quienes estén cerca de este proceso judicial. Su intención es mejorar la regulación, la transparencia y la seguridad en el sistema hipotecario.
Con respecto al comercio exterior quiere renegociar los acuerdos comerciales para endurecer los estándares laborales y medioambientales para que EE UU pueda competir en igualdad de condiciones. Su punto de vista medioambiental es opuesto al de Bush, ya que aboga por reducir las emisiones con objetivos claros y cree que el país debe participar de los esfuerzos globales para reducir el calentamiento de la Tierra.
En el muy delicado y crítico tema de la sanidad, Obama ha propuesto medidas para la rebaja de los costes de los seguros privados así como ayudas por parte del Estado en caso de lo que se conoce como 'gastos sanitarios catastróficos' (los más caros por ser los requeridos por enfermedades crónicas). Ningún candidato aboga por la sanidad universal de único pagador, como el sistema europeo, sino que creen en el seguro privado. Clinton quería obligar a que todo el mundo tuviera seguro médico y tener así cobertura universal. Obama tiene eso como objetivo pero considera que no debe ser obligatorio y que primero hay que rebajar los costes.
Eso sí, el candidato quiere que todos los niños tengan seguro y expandir las ayudas a las clases medias.
Con respecto a la inmigración, este hijo de emigrante, es partidario de la ley de reforma que el Congreso no fue capaz de aprobar y que establecía un camino para la legalización de los emigrantes indocumentados que incluía el pago de multas y la obligación de aprender inglés. Obama también quiere elevar las multas a los empresarios que contraten indocumentados y aunque esté a favor del programa de emigrantes 'invitados' cree que este no debe ser dependiente de un solo puesto de trabajo. Su lado más duro en esta cuestión se vio cuando votó a favor de levantar una barrera en la frontera con México.
La incógnita de Hillary Clinton
Hillary Clinton no felicitó el martes por la noche a Barack Obama por haber ganado las primarias y de hecho ni siquiera mencionó la cuestión.La candidata se limitó a dar la enhorabuena a su oponente por su magnífica campaña y siguió hablando de su programa como si las primarias no se hubieran acabado y ella no hubiera perdido irremediablemente.La gran incógnita es ahora saber qué hará. En su discurso en la noche del martes se limitó a decir que revisaría sus opciones.Aquella actitud, casi desafiante, contrastaba contrataba con las filtraciones de horas antes que señalaban que aceptaría la vicepresidencia si Obama se lo ofrecía. La intención, según las filtraciones, sería unificar el partido.