Los herederos de Manolo Blahnik
La nueva generación de zapateros viene pisando fuerte. Y le disputa el trono a Blahnik. Pedro García se perfila como su sucesor
Hace un par de años, la prestigiosa publicación norteamericana especializada en calzado Footwear News lanzaba al aire una pregunta: ¿quién amenaza el trono de Manolo (Blahnik)? La respuesta fue unánime: el francés Christian Louboutin y el español Pedro García.
El zapato español está de moda en el mundo. Lo calzan celebrities como Michelle Pfeiffer, Eva Longoria, Angelina Jolie o Victoria Beckham, que lució unos salones de García en la portada de su primer libro. Las mujeres más elegantes de la Quinta Avenida, Rue Vendôme, Ginza o Plaza de España lucen sus pedrogarcía con la misma elegancia y decisión que pasean sus manolos. No es que Blahnik esté de retirada, ni mucho menos. Simplemente, el relevo está servido. Las nuevas generaciones vienen pisando fuerte, como sus tacones.
García es, hoy por hoy, el número uno. Dicen que el heredero. Pero junto a él, un grupo de jóvenes, y no tan jóvenes, diseñadores, todos con nombre propio, ha desembarcado en las capitales del lujo causando admiración y envidia. Sus piezas, fraguadas en la banqueta del zapatero artesano, son sofisticadas y sensuales. Y nunca olvidan que van a ser calzadas por una mujer. Los más renombrados son Juan Antonio López, Paco Gil, Pura López, Sara Navarro y Chie Mihara.
Los zapatos españoles son sofisticados y sensuales
Ellos son los que han puesto de moda la sandalia de tacón, que se muestra fantasiosa y colorista, ya sea con cuña o tacón de aguja, con plataforma o sin ella. Y el botín, en su versión peep-toe, o lo que es lo mismo, con la puntera al aire. Por último, sus sandalias siguen los cánones griegos y romanos, pero en versión diosa, con placas y grandes gemas.
A Pura López lo que más le divierte es mezclar tacones de vértigo con las más finas y sutiles tiras de piel, logrando hacer del zapato el complemento más sexy. Juan Antonio López apuesta este verano por las piezas escotadas y las construcciones casi arquitectónicas. El calzado de Paco Gil es profundamente sofisticado y un punto retro, de una atrevida elegancia chic, pero con cierta pureza futurista. Y Sara Navarro ha diseñado una divertida colección de manoletinas para que madre e hija vistan sus pies a juego.
El Dantés cierra víctima de la crisis
El zapato industrial está en retroceso. Con China no se puede competir y se imponen las tiradas cortas. Sólo quienes tengan calidad y marca, controlen la distribución y encuentren mercados alternativos podrán sortear la crisis. Pero no todos están igual de preparados para correr los próximos dos años. Y los cierres ya han empezado. El Dantés ha sido la primera víctima.La crisis es una vieja conocida del calzado español, que el año pasado facturó casi 2.000 millones. Así pues, quienes conocen esta industria y manejan las cifras de consumo, cuyo descenso ya nadie oculta, proponen la misma medicina que en épocas pasadas: innovación, diseño y deslocalización. Más de lo mismo, sí, pero con una ventaja. Hoy las empresas saben que sólo con marca uno puede garantizarse un hueco en el mercado exterior, donde el made in Italy sigue pesando como una losa.En la defensa de una identidad propia ha radicado el éxito de compañías con larga presencia internacional como Camper o Castañer. Y la marca está detrás de una empresa alicantina que empieza a despuntar en el mercado sport: Pikolinos, fundada por Juan Perán. También con diseño intenta hacerse un nombre, que no un mercado, porque su tradición exportadora es antigua, Magrit, propiedad de la familia Amat, y fabricantes también de los pares de Bally, Carolina Herrera, Donna Karan y Natalie Portman.
Chie Mihara (Creadora de zapatos y bolsos): 'Mis diseños son moda y escultura'
Esta mujer de origen japonés y pasaporte brasileño se instaló en España por amor. Hoy vende 120.000 pares de zapatos en todo el mundo (12 millones de euros), tiene tienda en Tokio y ha convertido la localidad de Elda en embajada de una marca que las mujeres buscan por su estilo nostálgico y atrevido. Sus zapatos, pequeñas esculturas, escapan a las modas, o mejor dicho, se adelantan a ella. Su estudio-tienda mira a la Plaza de Toros de la ciudad. Y a Chie Mihara le encanta.¿Cómo una zapatera de Elda se convierte en diseñadora internacional?No es incompatible. Viajo constantemente. Y los lugares de inspiración nunca son las ferias de muestras. Entro en las librerías, paseo por las ciudades, busco en los anticuarios y estoy al cabo de la calle de todo lo que la industria de la moda considera vanguardista. El problema del fabricante español es que siempre está mirando a Italia, y en el fondo copiando sus productos. Yo creo que uno debe dibujar pensando que aquel zapato que tiene en la cabeza pronto formará parte de la cultura de su país.Sus zapatos recuerdan épocas pasadas.La gracia está en el toque vintage que suelo dar a los tacones. Además, trabajé durante algún tiempo en una tienda de ortopedia y cuido mucho la horma. También me gustan las formas geométricas, de los años treinta.¿Tiene miedo a la crisis?Indudablemente, pero mi garantía es la creatividad. Mi cliente prefiere pagar algo más, pero poseer un producto exclusivo.