Ramírez Pomatta presenta su dimisión como consejero de Mutua Madrileña
José María Ramírez Pomatta presentó ayer su dimisión como consejero de Mutua Madrileña. El directivo alega 'incompatibilidades' con el actual equipo gestor de la aseguradora.
Apenas dos días antes de que Mutua Madrileña celebre su junta, José María Ramírez Pomatta abandona su puesto en el máximo órgano de gobierno del grupo. El directivo remitió ayer al presidente de la compañía, Ignacio Garralda, una escueta misiva. En ella informaba cómo 'con carácter irrevocable, presento mi dimisión como consejero de la entidad con efectos a partir del día de la fecha. Lamento este final, pero creo que es lo mejor para Mutua Madrileña'. En la compañía admiten haber recibido el escrito pero declinan hacer comentarios.
Ramírez Pomatta explicaba ayer a CincoDías que esta decisión se produce 'por las incompatibilidades con el actual equipo gestor'.
El directivo ingresó en el máximo órgano de Mutua Madrileña en 1995 y, en 2002, se hizo cargo de la presidencia del grupo. El pasado 14 de enero fue sustituido por Ignacio Garralda. Entonces, la firma comunicó que el cambio se producía 'tras la prolongada baja por enfermedad de José María Ramírez Pomatta y ante la previsible duración de su convalecencia, después de que el consejo de administración haya constatado las dificultades físicas del hasta ahora presidente para ejercer con normalidad sus obligaciones diarias'.
Ahí empezaron los choques entre el ejecutivo y la dirección del grupo. Ramírez Pomatta, visiblemente descontento con la medida, impugnó su cese ante un juzgado de lo mercantil. Luego la relación se ha ido deteriorando progresivamente.
Los gestores de Mutua decidieron abandonar definitivamente la construcción de la Ciudad Sanitaria, el proyecto más emblemático de la compañía bajo la batuta de Ramírez Pomatta.
Plan de pensiones
Otro punto de fricción ha sido el plan de pensiones de la dirección de Mutua. El consejo ha renunciado a este programa de previsión, con la excepción de Ramírez Pomatta, quien estima que sus derechos consolidados ascienden a 19,5 millones de euros. El ejecutivo ha mostrado su intención de reclamar judicialmente este dinero. Ayer, indicaba que 'aún no he puesto el pleito, pero se pondrá'.
En los seis años de mandato de Ramírez Pomatta, Mutua Madrileña ha asistido a un vuelco radical. De ser una compañía centrada en el ramo de autos y circunscrita a Madrid, ha pasado a ser un grupo multirramo de ámbito nacional. La compañía también se ha convertido en uno de los inversores institucionales más activos de la Bolsa española. Así, ha estado presente en el capital de Banco Popular, Colonial, ACS y Santander. Actualmente, posee un 5% de Sacyr un 2% de Repsol.
Pero en la gestión de Ramírez Pomatta también ha habido polémica. La política de inversiones del grupo ha sido considerada poco ortodoxa por un sector devoto de la renta fija. Además, la compañía ha vivido una vertiginosa rotación de altos directivos y ha protagonizado un rifirrafe con Mapfre, que se saldó con el abandono de Unespa -la patronal del sector- por Mutua. Garralda ha restablecido las relaciones con estas dos instituciones.