Exxon se enroca frente a los herederos de Rockefeller

En una maratoniana junta de accionistas celebrada ayer, Exxon rechazó las propuestas de dividir el doble papel de presidente y consejero delegado, que tiene actualmente Rex Tillerson, y de reducir sus emisiones de gases que causan el efecto invernadero. Estas propuestas fueron apoyadas por aproximadamente el 39,9% y el 30,9% de los accionistas de la petrolera respectivamente.

Las iniciativas son las mismas que se han presentado en los últimos ejercicios pero este año habían adquirido una mayor relevancia porque estaban respaldada por los 15 descendientes de John Rockefeller.

Pese a este apoyo de alto voltaje por parte de los herederos del fundador de la empresa, los votos quedaron en los mismos porcentajes que el año anterior, no lo suficientemente altos como para ser considerados ni lo suficiente bajos como para no ser tenidos como una desdibujada moción de confianza.

El consejo defendió que la actual organización es 'el mejor modelo y el más efectivo en todas las circunstancias'.

Por lo que respecta a las emisiones, Tillerson dijo que era importante tomar acciones prudentes. El primer ejecutivo de Exxon mostró proyecciones de consumo que apuntaban a que en 2030 solo el 2% de la energía que se consumiría llegaría de fuentes eólicas, solar o los biocombustibles. Tillerson dijo que la compañía estaba tratando de ser más eficiente en sus operaciones de gas y crudo.