Detenido en Francia el ex copresidente de EADS
El que fuera copresidente del consorcio aeronáutico europeo EADS, Noël Forgeard, ingresó ayer en las dependencias de la Brigada Financiera de París para ser interrogado en relación a un presunto delito de uso de información privilegiada en la venta de sus acciones y opciones sobre acciones de la compañía, una operación por la que obtuvo unas plusvalías de 4,3 millones de euros.
A mediodía de ayer, el ex copresidente de EADS y antiguo mandatario de Airbus, Noël Forgeard, quedaba bajo custodia de la Brigada Financiera de París para ser interrogado en el marco de la investigación que la Justicia francesa instruye contra un grupo de ex dirigentes del consorcio aeronáutico europeo por la presunta utilización de información privilegiada en la venta de acciones y opciones sobre acciones de la compañía.
Según la prensa local, los investigadores pretenden averiguar los motivos que movieron a Forgeard a colocar en el mercado entre el 17 de noviembre de 2005 y el 15 de marzo de 2006 todas los títulos que él y su familia poseía de la empresa. Una rentable operación en la que obtuvo unas plusvalías de 4,3 millones de euros.
La Justicia francesa sospecha, al igual que la CNMV local -allí Autoridad de los Mercados Financieros (AMF)-, que el que fuera copresidente del consorcio podría haber adoptado esta decisión tras conocer la posibilidad de que el faraónico proyecto del avión gigante Airbus A380 se retrasará respecto a los plazos previstos y antes de que esta noticia fuera de dominio público. Estas sospechas son las que han activado tanto el procedimiento judicial como la investigación de la AMF, que ha lanzado un procedimiento sancionador contra 17 dirigentes y ex directivos de EADS, entre los que se encuentran su actual presidente, Thomas Enders; el antiguo director general, Jean-Paul Gut; y otros miembros del comité ejecutivo de la compañía.
Forgeard ganó 4,3 millones al vender sus acciones justo antes de conocerse el retraso del A-380
Posible imputación
Forgeard, un empresario muy cercano al ex presidente francés Dominique de Villepin y cuyo nombre ya ha aparecido vinculado a algún otro caso de corrupción, como la trama financiero-política de Clearstream, ha negado formalmente estas acusaciones en repetidas ocasiones.
Y, probablemente, esta misma actitud sea la que haya adoptado durante el día de ayer ante los investigadores de la Brigada Financiera de París. Sin embargo, y según la legislación francesa, el cuerpo policial podría retener al empresario durante 48 horas en las dependencias de la Comisaría antes de determinar su imputación o no como acusado en el caso. Tras ese periodo, Forgeard podría o bien salir en libertad sin cargos, o bien ser derivado al Juzgado de Instrucción para ser imputado formalmente en el caso.
Un caso que comenzó a instruirse el 20 de noviembre de 2006 debido a las querellas presentadas por un grupo de pequeños accionistas del consorcio aeronáutico, que acusaban a varios altos dirigentes y ejecutivos de EADS de vender masivamente sus títulos de la compañía justo antes del anuncio público de los retrasos en el proyecto del Airbus A380, que provocó una importante caída en Bolsa del valor de los títulos de la compañía.
Por el momento, y pese a que la autoridad bursátil del país ha investigado los movimientos de cerca de una veintena de directivos, la Justicia francesa no ha imputado a ninguno de ellos delito alguno de información privilegiada, difusión de informaciones falsas y encubrimiento sobre el título de la sociedad.
El hombre de los 8 millones
Cuando el consejo de administración de EADS decidió prescindir de Noël Forgeard, en parte por el fracaso que supuso el retraso en el lanzamiento del A-380, y en parte por el escándalo desatado por la venta de su paquete accionarial en la compañía justo antes de que ésta se diera el batacazo en Bolsa, tuvo que poner encima de la mesa 8,4 millones de euros para atender a todas las cláusulas de blindaje que el avispado empresario había firmado a su entrada.Entre que había negociado la percepción de dos años íntegros de salario en caso de despido y un plus del 50% de su nómina por no trabajar durante los dos años siguientes para ningún competidor, su despido se convirtió en uno de los más caros y polémicos de la historia de Francia. Los sindicatos franceses pusieron el grito en el cielo al ver como un directivo ingresaba ocho millones de euros al tiempo que la compañía planificaba un recorte de 10.000 empleos.