La venta de la torre GM bate el récord de precios del año
Muy a su pesar, el empresario inmobiliario Harry Macklowe cerró el domingo la venta de la torre General Motors de Manhattan. Un grupo liderado por Boston Properties se la ha comprado por 2.900 millones de dólares (1.840 millones de euros). Es la mayor transacción inmobiliaria de 2008.
La torre de General Motors se construyó en 1968 en uno de los mejores espacios de la ciudad de los rascacielos, en la entrada sur del Parque Central y el corazón del distrito de oficinas. Es uno de los edificios más preciados y deseados por los empresarios del sector. Pero Macklowe, muy a su pesar, no ha tenido más remedio que deshacerse de ella porque necesitaba dinero para pagar una deuda de 1.400 millones de dólares (890 millones de euros) que contrajo con el hedge fund Fortress y que con la crisis actual le ha sido imposible refinanciar.
La negociación para esta venta ha durado meses y, por fin, en la madrugada del domingo, se adjudicó a un grupo liderado por Boston Properties, del magnate Mortimer Zuckerman (el dueño de The Daily News). Sus socios han sido Goldman Sachs y dos fondos soberanos de Qatar y Kuwait. Aunque Macklowe pedía 3.500 millones de dólares, ha aceptado una oferta de 2.900 millones por este edificio de mármol y cristal de 50 pisos.
Esta transacción es la mayor operación inmobiliaria del año y forma parte de un paquete que incluye otros tres edificios de oficinas en Manhattan. En total, la cantidad que Macklowe se ha embolsado es de 3.950 millones de dólares (unos 2.503 millones de euros).
En círculos inmobiliarios se considera que el acuerdo muestra la genialidad negociadora de este empresario de 71 años, pues el precio ha sido elevado en un momento muy difícil para el mercado inmobiliario por la escasez de liquidez. Macklowe compró la torre a Conseco y Donald Trump en 2003 por 1.400 millones de dólares y, entonces, se consideró que compró caro.
No obstante, esta genialidad tiene como finalidad tapar un gran fracaso.
Hace algo más de un año, Macklowe, que trabaja codo a codo con su hijo William, compró siete torres de oficinas a Equity Office Buildings, la mayor inmobiliaria de oficinas del país y que luego fue comprada por Blackstone. Los Macklowe entraron en esa transacción para duplicar sus activos y lo hicieron como todos en aquella época de dinero fácil, con un alto apalancamiento. De los 7.000 millones de dólares que les costó la colección de edificios ellos sólo pusieron 50 millones. El resto fue prestado por Deutsche Bank (5.800 millones) y Fortress (1.200 millones).
La crisis del crédito ha hecho imposible que los Macklowe pudieran refinanciar esta deuda y los siete edificios acabaron en manos del banco alemán hace unos meses. La torre GM, del que hace años que se fue la automovilística, fue, junto con otras propiedades, el aval en el acuerdo con Fortress.
La inmobiliaria está en mora con este gestor de hedge funds y capital riesgo pero ahora podrá pagar los 1.400 millones que les debe. El coste, eso sí, ha sido alto y Macklowe ha perdido la joya de su corona.
La familia Macklowe, dueña del edificio, debe 890 millones a Fortress
Las crisis y los momentos de euforia en el sector inmobiliario estadounidense son conocidos en todo el mundo que haya seguido la dramática carrera del carismático Donald Trump. Pero este gestor no es el único en protagonizar grandes traspiés y asombrosas recuperaciones en un territorio tan complicado como Nueva York.
Harry Macklowe no tiene el reflejo mediático de Trump pero sí una biografía que también recoge grandes subidas y bajadas.
Macklowe tocó la cima a finales de 2006 cuando se hizo con siete edificios de Equity Office Buildings. Un año más tarde la crisis del crédito hizo tambalear los cimientos de su cartera y ahora se ha visto forzado a vender un preciado edificio, el GM, en el que tenía como inquilinos a Carl Icahn y Apple entre otros. No es la primera vez que desmantela su imperio. A principios de los noventa se vio afectado, como el resto de los inmobiliarios, por una recesión que le hizo perder varios edificios y un hotel. Retuvo una pequeña parte de sus activos y con ello se recuperó. En 2003 reforzó su poder comprando el GM.