Cleop se hunde por la operación en derivados de un accionista en bolsa
Cleop entró en caída libre el viernes al lanzar varios bancos una avalancha de venta de títulos para recuperar garantías vinculadas a las acciones que tiene el segundo máximo accionista, Roberto Salazar, por contratos por diferencias. El presidente de Cleop, Carlos Turró, criticó que un accionista de referencia ponga en riesgo la cotización con derivados.
La operación en derivados del segundo máximo accionista de Compañía Levantina de Edificación y Obras Públicas (Cleop) con el 23,69% del capital, Roberto Salazar, provocó este viernes que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) suspendiera la cotización de la constructora cuando estaba en caída libre. Antes de la suspensión, los títulos perdían un 12,81%, que se acumulaba al 19,93% de caída del jueves. El desplome coincidía por la avalancha de órdenes de venta, muy superior al movimiento que registra Cleop en su operativa diaria.
La explicación llegó algo más de una hora más tarde, cuando Salazar envió a la CNMV un hecho relevante en el que reconocía que las entidades financieras proveedoras de los contratos por diferencias (CFD) le han requerido la ampliación de garantías ligadas a estos productos financieros. Salazar, que aseguró estar negociando la aportación de garantías adicionales, apuntaba en su comunicación que 'esta situación ha podido provocar que las entidades proveedoras de las CFD hayan vendido acciones en el mercado a fin de restablecer las garantías solicitadas'.
Salazar no dio más detalles sobre la vinculación de las 757.304 acciones que posee de Cleop (el 9,05%) mediante contratos por diferencias y las garantías que le exigen las entidades financieras que aporte. Tampoco se conoce si con la venta masiva de títulos de los últimos días se ha cubierto el desfase de avales.
La suspensión de la cotización se produjo justo cuando la constructora celebraba su junta general de accionistas, a la que no acudió Salazar pese a ser miembro del consejo de administración. Al final de la misma, el presidente de Cleop y máximo accionista, Carlos Turró, insistió en que la compañía no tiene ningún problema y mostró su malestar por el hecho de que accionistas de referencia de la empresa pongan en peligro la cotización por su operativa con derivados. Turró apuntó que la CNMV está investigando la situación y adelantó que en el próximo consejo, que se reunirá este lunes, estudia plantear algún tipo de limitación para los miembros de este tipo de operativas. Turró echó mano de la conocida frase de Warren Buffett -'los derivados son armas de destrucción masiva'- para su propuesta.
El presidente de Cleop, que controla el 33% del capital, reconoció que la caída del valor en los últimos días costará de remontar, pero apeló a la saneada situación, con un bajo apalancamiento que está vinculado fundamentalmente a su división de centros geriátricos, 'una actividad de alta recurrencia'. Turró también insistió en el compromiso de los accionistas históricos de la compañía, que apoyaron por unanimidad la gestión en la junta.
Cleop presentó la semana pasada el resultado del primer trimestre, con un beneficio de 1,12 millones, el 9,27% menos que el año anterior.
EN BOLSA
El desplome de Cleop se aceleró cuando la compañía rompió los 25 euros por acción. A partir de ese valor -alrededor del cual seguramente estaban vinculadas las garantías de Roberto Salazar- empezó la avalancha de ventas que tumbaron el valor. El jueves cayó un 19,93% y el viernes el 12,8% cuando intervino la CNMV. La cotización estuvo suspendida lo que quedó de jornada y volverá al parqué el lunes.