Reino Unido elimina la regulación de 'telecos' para el 70% del país
La regulación de las telecos por zonas geográficas es ya una realidad en Europa. Reino Unido abrió ayer la veda al aprobar una nueva legislación que liberaliza los servicios de banda ancha en el 70% del país. El resto seguirá regulado para garantizar la competencia.
Responde al nombre de Ofcom y está considerado por muchos como el regulador más avanzado y respetado de Europa. Fue pionero al imponer a BT la segregación funcional de su red de telefonía fija con el objetivo de fomentar la competencia en Reino Unido, y su iniciativa es hoy una de las más defendidas por la Comisión Europea para todos los países miembros. Ahora ha repetido hazaña. Ofcom anunció ayer un cambio legislativo que convierte a Reino Unido en el primer país del Viejo Continente que aplica distinta regulación a sus telecomunicaciones por zonas geográficas.
El elemento diferencial es la competencia en cada área y afecta al mercado de banda ancha. Según la definición que ha aplicado Ofcom, en aquellas regiones donde hay cuatro o más proveedores de ADSL o acceso a internet a alta velocidad se considera que el cliente tiene la suficiente capacidad de elección, que son competitivas, así que se elimina la regulación que obliga al operador dominante, BT, a poner a disposición de sus rivales una oferta mayorista para que puedan replicar sus productos para clientes finales.
En las zonas donde no haya cuatro o más ofertas distintas o un sólo operador tenga una cuota representativa, la regulación será distinta. BT mantendrá sus obligaciones y tendrá que disponer de ofertas mayoristas para que sus competidores den ADSL indirecto.
El regulador británico presentó esta propuesta hace algunos meses a la Comisión Europea, que respaldó el documento a mediados de febrero. Ahora, Reino Unido ha introducido los últimos cambios en la nueva regulación y ha definido los ámbitos de aplicación. La solución se conoció ayer. Ofcom ha decidido desregular el 70% del mercado mayorista de banda ancha, lo que demuestra, a su juicio, el éxito de las iniciativas que ha emprendido en el pasado para promover la competencia. Este nuevo paso, añade, tiene como objetivo incentivar 'la innovación y la inversión'.
Ejemplo para otros
La iniciativa británica respalda las posiciones de los reguladores europeos que han abierto la puerta a una regulación de sus telecomunicaciones por zonas. Y España es uno de ellos.
No lo ha hecho con la misma intensidad ni para idénticos supuestos, pero el regulador nacional, la CMT, ha planteado aplicar distintas normativas dependiendo del grado de competencia en cada territorio para la nueva red de fibra de Telefónica.
Según las líneas maestras que avanzó a principios de año, la comisión planea reducir al mínimo las obligaciones mayoristas de Telefónica -las que le suponen dar acceso a su red a los rivales- en las zonas donde haya competencia e implantar algunas donde no es así.
Un plan bendecido por Bruselas
La liberalización del 70% del mercado de banda ancha británico tiene varios hechos destacados que la convierten en una referencia. Uno de ellos es que ha estado respaldada por la Comisión Europea en todos los momentos, lo que convierte a esta iniciativa en uno de los ejemplos a seguir si se quieren aprobar los trámites para el resto de los reguladores.Y es que todos los países europeos están revisando en estos momentos el grado de competencia en los distintos mercados de telecomunicaciones y tendrán que remitir a Bruselas las conclusiones y los remedios que van a establecer para mejorarlos. Para el de banda ancha, los reguladores ya saben qué será bien visto.Pero al margen del concepto general de regulación geográfica, Ofcom también ha puesto el listón de lo que se considera competencia. Reino Unido ha liberalizado las zonas donde los clientes pueden elegir entre cuatro o más proveedores de banda ancha. Trasladado a España, esto implicaría la competencia de Telefónica y al menos tres operadores de ADSL o alguno de cable.