Ficht y S&P ponen a Abertis bajo vigilancia tras ganar la autopista de Pensilvania
Abertis vivió ayer la resaca derivada de la fiesta que supuso el pasado lunes la adjudicación de la autopista estadounidense Pennsylvania Turnpike. Y fue con la noticia de que dos de las principales agencias de calificación crediticia, Fitch y Standard & Poor's, ponían bajo vigilancia los rating de la gestora de infraestructuras.
Ambas entidades saltan a escena con una decisión, de implicaciones negativas, después de conocerse que el consorcio liderado por el grupo español, en el que también figuran Citigroup y Criteria, invertirá más de 15.000 millones de euros, entre la concesión y el posterior mantenimiento durante 75 años de la mayor autopista privatizada en Estados Unidos.
Entre sus argumentos figura el potencial efecto que puede tener en la estructura financiera de Abertis los 3.000 millones de dólares (unos 1.930 millones de euros) que la compañía debe aportar de forma directa en la adjudicación.
S&P ha metido en su lista de posibles recortes de calificación crediticia el rating 'A-' sobre la deuda a largo plazo de Abertis. Fitch, por su parte, pone bajo lupa los ratings 'A' de deuda a largo plazo; 'A' de deuda senior subordinada; y 'F1' de corto plazo.
Las comunicaciones de las agencias saltaron tras el cierre del mercado, por lo que no influyeron en la cotización. De hecho, Abertis fue de las escasas empresas del Ibex que cerraron ayer en positivo al ganar un 0,92%.