Villar Mir negocia compensaciones con Fomento para rentabilizar un peaje
La autopista M-12, que da acceso a la cuarta terminal del aeropuerto de Barajas (Madrid), está arrojando volúmenes de tráfico que representan una cuarta parte del estimado en 2002, cuando fue concedida a OHL por 427 millones. Esa circunstancia ha llevado a la compañía a abrir negociaciones con el Ministerio de Fomento en busca de elevar su rentabilidad.
OHL, el grupo de construcción y concesiones presidido y controlado por Juan Miguel Villar Mir, ha dado los primeros pasos para renegociar con Fomento los términos económicos de la M-12, una de las dos autopistas madrileñas que forman parte de su cesta de infraestructuras.
En este caso, del dicho al hecho ha habido un trecho demasiado largo que la constructora no quiere asumir. Durante el proceso de licitación se calculó para esa vía una intensidad de tráfico diaria de unos 40.000 vehículos, pero la realidad demuestra que por los nueve kilómetros de la M-12, que da acceso a la T-4 de Barajas, están pasando una media de 11.356 vehículos.
El quebranto económico para OHL, que es titular del 100% de la concesionaria Autopista Eje Aeropuerto, obliga a buscar un cambio de escenario. 'Tenemos conversaciones preliminares con la Administración', manifestó ayer Villar Mir en un encuentro con la prensa previo a la celebración de la junta de accionistas de OHL.
OHL aprueba un plan de 'stock options' para directivos y la entrada de la primera mujer en el consejo
El ejecutivo eludió manifestar en qué dirección trabaja su equipo jurídico, aunque las posibilidades pasan por pedir una ampliación del plazo de concesión, actualmente de 25 años (prorrogable en un año más), o una subida en el peaje. Los vehículos ligeros hacen un único pago de 1,65 euros y los pesados aportan 2,05.
Los ingresos de la M-12 en 2007 fueron de 5,7 millones (frente a los 4,8 millones de 2006) y el Ebitda ascendió a 2,1 millones (0,5 millones en 2006). En las condiciones previstas hace seis años, las ventas deberían rondar los 20 millones anuales, con un Ebitda superior a siete millones.
OHL ganó esta carretera en noviembre de 2002 junto a ENA, filial de Sacyr que traspasó su participación a la propia OHL en diciembre de 2004. El presupuesto de inversión es de 427 millones y, para su financiación, OHL firmó dos créditos por un total de 315 millones con Banesto, Caja Madrid y Royal Bank of Scotland.
Este tipo de contrato con la Administración suele ir acompañado de cláusulas de revisión, aunque las estimaciones económicas incluidas en los mismos no se garantizan. Consultado por las negociaciones con OHL, Fomento ha evitado hacer comentarios.
Incentivos para los directivos
Un grupo de unos 50 directivos de OHL será el destinatario del primer plan de opciones sobre acciones que pone en marcha la compañía. La remuneración está vinculada a la evolución de la cotización hasta noviembre de 2010. La propuesta salió adelante en la junta de accionistas, en la que también se ratificó el nombramiento de Silvia Villar Mir, hija del presidente, como primera mujer en el consejo de administración de OHL. Su sillón se suma a los otros cinco que representan al grupo Villar Mir, propietario del 55% del capital.
Al margen de estas novedades, OHL se ha dado cinco años para emitir bonos no convertibles por 3.000 millones: 'Se hará en función de las necesidades de capital', dijo Villar Mir, 'ahora no precisamos ampliaciones de capital ni emisiones de deuda'. La última operación de estas características se cerró en mayo con una emisión por 700 millones.
Nuevas ilusiones con el Ibex
OHL vuelve a ser candidata al Ibex 35, cuyo comité asesor técnico se reúne el 10 de junio. Ese día debería conocerse el miembro número 35 del índice selectivo, puesto vacante tras la salida temporal de Sogecable tras la opa de Prisa. 'Como candidato, superamos el 3 por 1.000 de la capitalización total del Ibex y nuestra liquidez también está en los ratios exigidos', dijo Juan Miguel Villar Mir.Sin embargo, directivos de la propia OHL opinan que en el examen para formar parte del Ibex 35 entran en juego valoraciones como la representación del sector al que pertenece la empresa en cuestión: 'Ya hay cinco grandes constructoras cotizadas y eso puede pesar en nuestra contra. El comité puede buscar representantes de otros sectores', reconocen.El grupo constructor se marcó ayer el tope de 50 euros por acción como precio máximo al que comprará títulos propios para engordar su autocartera, un paquete que no sobrepasará el 5% del capital.