La iniciativa de JPMorgan no se pondrá de moda
La crisis de crédito ha traído a Wall Street una nueva experiencia: JPMorgan Chase se ha embarcado en una campaña sin precedentes en nombre de la plantilla de Bear Stearns. Jamie Dimon, presidente ejecutivo de JPMorgan, ha escrito personalmente a rivales y clientes para pedirles que tengan en cuenta a la antigua plantilla de Bear despedida tras la opa lanzada por JPMorgan (...). Incluso si sólo tiene éxito parcialmente, debería funcionar bien para 5.000 de los 14.000 empleados desplazados (...).
El compromiso de JPMorgan con la plantilla saliente envía un poderoso mensaje a los reguladores y a posibles objetivos. Muestra al banco como una organización que puede llevar a cabo aún transacciones mientras trata a los empleados adecuadamente (...).
A pesar de su atractivo, el programa de recolocación tiene limitaciones. Rivales, clientes y cazatalentos entienden que ser despedido tras una opa no refleja necesariamente cualidades personales, sino la necesidad de evitar duplicaciones.
Como respuesta sin precedentes a circunstancias extremas, el movimiento de JPMorgan tiene mérito. Pero cuando viene de un común y corriente recorte de empleo, Wall Street y la City quizá encuentren que los niveles normales de brutalidad en los negocios todavía funcionan mejor.