Editorial Planeta: libros y rosas en París
La compra por parte de Planeta de la francesa Editis es un salto cualitativo y cuantitativo a otra dimensión internacional, en un mercado maduro y en un entorno desconocido, destaca el autor. No obstante, la trayectoria de ambos grupos y de sus equipos gestores generan, en su opinión, expectativas optimistas
La escuela de negocios HEC de París, con la que Esade mantiene una alianza estratégica, ofrece a sus estudiantes desde hace más de 15 años una intensificación dedicada a los temas culturales y creativos. Pese a que esta escuela forma los principales directivos de empresas del país vecino, este hecho nos muestra la importancia que se le da al mundo de la cultura en general y a sus aspectos de negocio en particular.
En esta misma escuela, el abajo firmante fue consultado hace pocos meses por unos estudiantes acerca de las amenazas y oportunidades que representarían la adquisición de Editis, segundo mayor grupo editorial de Francia, por parte del grupo Planeta. Juntamente con estos estudiantes de HEC, y luego con sus homólogos en Esade, debatimos esta situación tanto desde el punto de vista de Editis como de Planeta.
Editis es fruto de una aventura empresarial que empieza por la creación en 1835 de la agencia de información Havas por su fundador Charles-Louis Havas. Su historia más reciente se remonta a la separación de Vivendi Universal Publishing y del final del sueño de un visionario, el controvertido Jean-Marie Messier.
Una compañía editorial es ante todo una empresa basada en las personas
Editis, con sus cerca de 800 millones de euros de ventas y sus 2.600 colaboradores es, junto con Lagardère Publishing (ex Hachette Livre), del grupo Lagardère, uno de los líderes de un mercado altamente concentrado en la producción editorial y en el control de la distribución, clave en este negocio. Con sellos editoriales de prestigio y calidad como Plon, Robert Laffont, Belfond, Le Cherche Midi, para el sector de literatura; Bordas, Nathan, para el de la educación, y Bordas y Le Robert para el sector de referencia, Editis está en el corazón de la cultura, tan apreciada por nuestros vecinos que han creado y mantienen contra viento y marea lo que se llama la excepción cultural.
El movimiento empresarial de Planeta hacia Editis representa un cambio radical con respecto a los movimientos anteriores que se realizaban en sentido Francia-España. Dos de los más sonados fueron la adquisición por los dos mayores grupos franceses a principios de estos años 2000 de Anaya y, a finales de los años ochenta, de Salvat. Precisamente el entonces representante de la familia Salvat, Joan, en la negociación con Hachette, mencionaba con su fino sentido de la observación y del humor que a cada reunión cambiaba sus interlocutores, excepto uno, rubito, callado, pero que debía ser importante. En efecto. Se trataba del ahora presidente de Editis, el discreto y eficaz Alain Kouck, que con buen criterio José Manuel Lara, con el que el abajo firmante comparte por pura casualidad parte del apellido pero no del patrimonio, se ha apresurado a declarar su continuidad.
Como bien sabe el presidente de Planeta, una empresa editorial es ante todo una empresa basada en las personas. Tanto Editis como Planeta generan un valor intelectual, intangible, y transforman este valor en valor económico, tangible. Este valor intelectual proviene de la gestión de unos tipos de intangibles propios de categoría de empresa. Según los estudios y modelos que se manejan en varios programas de Esade y en HEC, el valor de una empresa editorial depende en un 80% de sus intangibles, entre los cuales cabe destacar el ya mencionado equipo humano, luego los valores corporativos (marcas, propiedad intelectual), el conocimiento, los clientes y la organización.
Para Editis, propiedad desde 2004 del fondo Wendel Investissement, la posibilidad de ser troceada para ser vendida por apartamentos desaparece al ser adquirida por un grupo editorial sólido con una vocación de continuidad y experto en el sector. El desconocimiento del mercado en francés por parte de Planeta y del mercado en español por parte de Editis es una oportunidad para los colaboradores de los dos grupos para, en un plazo de dos a tres años, compartir conocimiento y aumentar así su capacidad para generar más valor económico.
Para Planeta, aparte de la problemática de la financiación de esta adquisición, es un salto cualitativo y cuantitativo a otra dimensión internacional en un mercado maduro con crecimiento limitado y en un entorno desconocido que requerirá una gran dosis de paciencia y humildad.
A la vista de las trayectorias de estos dos grupos y de sus equipos directivos, el reto genera unas expectativas optimistas.
La sede de Editis, en los famosos Champs Elysées de París, podría para el próximo día del libro y Sant Jordi llenarse de rosas y de libros.
José María Álvarez de Lara. Profesor y director del CEIC (Centro Esade de Industrias Culturales). Universidad Ramon Llull