La CMT impulsa la regulación de redes de fibra óptica más exhaustiva de Europa
La Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) ha tomado un camino distinto al de otros reguladores europeos ante el despliegue de las nuevas redes de fibra óptica. La normativa española es la más exhaustiva del Viejo Continente, tanto porque se ha adelantado a muchos como por el grado de detalle en el que entra.
Por qué Orange ha logrado como operador alternativo en España condiciones de competencia ante la nueva red de fibra de Telefónica que en Francia, como ex monopolio, no está obligada a dar a sus rivales? 'La CMT hace lo que cree más conveniente para el mercado que le toca regular, que es el español', explican fuentes cercanas al regulador. 'Situaciones de competencia distintas dan lugar a regulaciones distintas', añade.
Por ahora, este análisis ha llevado al regulador español a impulsar la legislación más exhaustiva de Europa de las redes de telefonía fija de nueva generación, las que darán velocidades de 100 megas de acceso a internet y televisión de alta definición. La tarea no es tan compleja como podría parecer, porque hay muchos países que están en estadios muy iniciales, pero la CMT está incluso por delante entre los que han dado pasos para dibujar un marco normativo.
La decisión del regulador nacional de publicar a finales del año pasado las líneas maestras de la legislación que se aprobará este ejercicio fue ya un inicio que desmarcó a la CMT de sus homólogas. Pero se trataba sólo de avances, sin implicaciones prácticas. La semana pasada, sin embargo, el escenario cambió. La comisión adoptó medidas cautelares con aplicación inmediata.
La normativa debe adecuarse al mercado, según el regulador
Según lo aprobado, Telefónica tiene que abrir sus canalizaciones a los rivales a precios orientados a costes y ofrecer un producto mayorista que incluya la televisión para que éstos puedan replicar los productos de fibra en cuanto los ponga en el mercado. Será sólo de forma temporal, hasta que se publique la normativa definitiva, y está condicionado a que los competidores del ex monopolio se comprometan a invertir.
Telefónica recibió con desagrado esta decisión, porque le obliga a abrir su red, aunque los rivales -entre los que se incluye a Orange, filial de France Télécom- tampoco la acogieron de buenos modos. A su juicio, la CMT se ha limitado a abrir el camino a Telefónica para que pueda lanzar las primeras ofertas comerciales de fibra.
En Francia, sin embargo, France Télécom ya se ha estrenado. Vende 100 megas y televisión digital por 44,9 euros al mes. Y lo ha hecho sin más obligación previa que presentar una oferta para abrir las canalizaciones que todavía se está estudiando, por lo que opera sola en el mercado y ya ha sumado 8.000 clientes. Nada han conseguido sus competidores con las quejas al regulador. Free, la tercera compañía de banda ancha del país, pidió la suspensión de la oferta y medidas cautelares de acceso a la obra civil de France Télécom y la obligación de que diera una oferta mayorista a sus rivales. La demanda fue rechaza.
La competencia en Francia, sin embargo, está más repartida. La cuota de France Télécom en banda ancha es del 45,8% -Telefónica tiene más del 56%-, y cuenta con dos competidores fuertes, que llevan años diseñado su estrategia en fibra óptica.
La situación es muy distinta en España, donde fuentes del sector señalan que la CMT debe velar todavía porque Telefónica no tenga demasiadas ventajas competitivas para que no se reduzca la competencia.
En Suecia, por ejemplo, el regulador ha ido incluso más allá que en España y ha decidido la separación funcional de la red del ex monopolio. La regulación nacional está más avanzada, pero sólo en el plano temporal, porque a partir de julio TeliaSonera tendrá que dar acceso a la red de fibra que vaya desplegando a todos sus rivales.
En el resto de los países europeos donde hay planes de despliegue de fibra, todavía no está definida la regulación.
VARIAS TECNOLOGÍAS
De los catorce países más importantes de Europa, sólo hay siete que tengan definidos planes de extensión de redes de fibra óptica hasta el hogar. Otros, como Italia u Holanda, están optando todavía por otras tecnologías, como el VDSL.