Cheque en blanco para formar a los futuros gestores de empresas
Los Reyes entregan las 216 becas del XXVI programa de la Fundación La Caixa para universitarios
Los españoles que estudian fuera son los oídos y ojos del país. Su puente de información con el exterior'. La definición -y halago para los presentes- la ofreció ayer el Rey Juan Carlos, al clausurar el acto de entrega de las 216 becas del XXVI programa de La Fundación La Caixa para estudios de tercer ciclo. Por primera vez en su cuarto de siglo, la convocatoria tuvo lugar en Madrid, en el recientemente inaugurado CaixaForum. Contó también con la presencia de la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, y de la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre. Acompañado de Doña Sofía, Don Juan Carlos acentuó el papel de las organizaciones en la tarea común de 'construir ciudadanos del siglo XXI'.
Una línea en la que incidió también el presidente de La Caixa, Isidro Fainé, quien resaltó la voluntad de la entidad por compartir los retos de la sociedad, 'a la que debemos aportar profesionales de excelente carrera académica en todas las disciplinas'. Siempre, subrayó, teniendo en cuenta los intereses de la empresa en España.
Esa premisa ha llevado a La Caixa a duplicar el volumen de becas por programa. Así, en los dos últimos años, la entidad ha concedido 420 becas. Más de la mitad (241) para cursar estudios de Ingeniería. Las demandas con vistas a programas empresariales se coloca en segundo lugar (191). Seguido de las de cursos de Derecho (158).
La entidad no pone tope de edad ni obliga al becario a retornar el coste de la matrícula, subvencionado íntegramente
Por ese motivo, la entidad no se pone límites a la hora de invertir en el futuro de los profesionales españoles. Ni en cuantía -las ayudas cubren la totalidad del coste de la matrícula, viaje y mensualidades del becario durante el curso-, ni en edad, para la que no hay topes. Y, lo que es una novedad en el espectro de los programas de becas, tampoco exige retornar.
Nuria Oliver pertenece a la décima promoción de becarios de la Fundación. Salió de España en dirección a Estados Unidos en 1995. Al otro lado del charco encontró lo que España no le ofrecía: formación en Inteligencia Perceptual. En la otra orilla del Atlántico, sufrió, sin embargo, el desarraigo al verse lejos y no poder contribuir a España con su experiencia. Acaba de regresar, hace seis meses, para liderar uno de los equipos de investigación de Telefónica I+D. La consultora de búsqueda de talentos que la localizó se valió del directorio de antiguos becarios de La Caixa. Y es que las headhunters, en su voz inglesa, guardan como oro en paño esta guía que ya cuenta con 2.400 perfiles. En ampliar los estudios, la Fundación lleva 85 millones de euros invertidos.
Voluntad, carisma, perseverancia y esfuerzo son, a juicio de Molins, cualidades comunes a todos los miembros de esta comunidad. Su ADN. Valores que puntúan por encima del expediente académico. 'No hay becario que no haya logrado la admisión que deseaba', se enorgullece Molins.
Zira Cuberes (Madrid, 1982) tiene el estómago a mil revoluciones. Desde que le concedieron la beca para cursar un MBA coquetea con la posibilidad de trabajar en Estados Unidos.
Al igual que Antonio Barroso (Algeciras, 1981), que aún duda de sus posibilidades. A punto de partir hacia Estados Unidos, en junio, no descruza los dedos. Pretende estudiar Relaciones Internacionales en la Columbia. Como dice su padre, 'si durante el Imperio romano había que ir a Roma, en este, a Nueva York'.
Puede que para el próximo siglo, ese destino pase por Shanghai o Pekín. David Fajardo (Barcelona, 1975) va a emprender esta ruta en agosto. Desde octubre será alumno de la China Business International, en la que aspira a reorientar su perfil de la informática a la gestión empresarial. En la ruta de la seda, 2.200 años después.