BBVA y Santander instan a la banca asiática a seguir el modelo español
Dos de los primeros ejecutivos de BBVA y Santander señalaron ayer a la banca española como modelo a seguir para las entidades financieras asiáticas. Tanto el consejero delegado de BBVA, José Ignacio Goirigolzarri, como el vicepresidente del grupo Santander, Matías Rodríguez Inciarte, destacaron la fulgurante evolución del sector en los últimos 20 años.
Ambos banqueros, que participaron en unas jornadas organizadas en Madrid con motivo de la celebración de la asamblea anual del Banco Asiático de Desarrollo, analizaron los factores que propiciaron el cambio. Goirigolzarri destacó la mejora de la eficiencia, el proceso de internacionalización y la consolidación del sector como tres procesos fundamentales.
El número dos de BBVA también habló de la competitividad. 'Según mi experiencia personal en España y Latinoamérica, una competencia bien regulada es buena para todo el mundo. No deben temerla'.
Goirigolzarri también destacó la relevancia que tuvo en su momento la creación del Fondo de Garantía de Depósitos -en 1977- para consolidar el marco legal del sector bancario.
Rodríguez Inciarte también abundó en esta línea: la importancia del sistema legal y el papel jugado por el Banco de España en el ámbito supervisor.
El vicepresidente de Santander también destacó la buena gestión del riesgo por parte de la banca española. 'La banca española retiene en su balance la mayoría de los créditos que conceden, por lo que es muy cuidadosa a la hora de la concesión', explicó.
El bajo nivel de intermediación del sistema bancario español, muy inferior al británico, se ha demostrado durante las últimas turbulencias financieras más sólido que otros, comentó Inciarte. Además, 'tan sólo el 0,03% de los activos de los bancos españoles está afectado por las hipotecas subprime'.
El poder renovador de las crisis
El director general de supervisión del Banco de España, Javier Arístegui, quien también intervino en las jornadas financieras, recordó el poder renovador que tuvieron las crisis bancarias de finales de los setenta y comienzos de los ochenta para purgar y afianzar a la industria. Arístegui recordó que es fundamental para una correcta supervisión la existencia de un diálogo fluido con las entidades financieras. 'Nosotros tenemos más de 50 personas constantemente dedicadas a Santander y otras 50 a BBVA. Aunque es fácil ser supervisor con tan buenos bancos', bromeó.