Una segunda piel de cristal para el nuevo 'skyline' madrileño
Los arquitectos de la Torre Sacyr explican en Veteco la construcción en altura
Sólo uno de los cuatro rascacielos en construcción en la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid tiene sello español. Carlos Rubio y Enrique Álvarez-Sala, arquitectos de la Torre Sacyr Vallehermoso, explican a Cinco Días cómo idearon el gigante que acompaña a los otros diseñados por Norman Foster, César Pelli y Pei, Cobb, Freed & Partners. Un conjunto de edificios que ha cambiado el perfil de la ciudad, ya que desde casi cualquier punto se pueden divisar debido a su altura y a que están construidos en una zona elevada de la capital.
'Es una sensación de responsabilidad. Más vale quedar bien; si lo haces mal, son errores que no se pueden ocultar. Y además, rodeado por esa gente como Foster, es un aliciente, te estimula, pero también te sobrecoge un poquito', reconoce Álvarez-Sala.
Cuando diseñaron la torre sabían que deseaban un edificio lo más cilíndrico posible, para evitar los empujes horizontales del viento. Lo solucionaron con una planta triangular de tres círculos, rodeados por tres arcos sobre los que crece el coloso de 236 metros.
Pero, según Rubio, 'lo más significativo del edificio es su fachada', que es doble para ganar en eficiencia energética. Una fachada estanca, con ventanas, rodeada de una segunda piel de vidrios como escamas, y entre ellas, una pasarela antiincendios y para el servicio de limpieza. 'Lo que ha hecho este edificio es ponerse a la sombra. Hemos llegado a la conclusión de que es lo mejor', explica, ya que el problema de este tipo de construcciones consiste en que es más fácil calentarlas en invierno que enfriarlas en verano. 'Es como si llevara unas gafas de sol que le protegen de la radiación solar', añade Álvarez-Sala. Además, otra novedad es que por los vértices donde se unen los arcos entra la luz natural hasta el corazón del edificio.
El jueves, estos arquitectos debatirán con colegas españoles dentro del foro Arquitectura de Altura de la feria de Ifema Veteco (el Salón Internacional de la Ventana y el Cerramiento Acristalado, desde hoy hasta el viernes). 'El cristal habla de la modernidad -asegura Rubio-, es el material que más ha evolucionado y el que más va a evolucionar'. Vidrios de colores que cubren el acero o el hormigón, con grafismos o con cámaras térmicas, que son muy sofisticados, pesan poco, son planos y se pueden adaptar según las necesidades.
Desde los años 50, con la Lever House de Nueva York como primer ejemplo, la tendencia en los rascacielos son los muros cortina, paneles de cristal que cubren los edificios como las paredes y que permiten la entrada de la luz a raudales. El estudio Rubio & Álvarez-Sala ha roto esa tendencia con esta piel exterior cubriendo a la fachada, asesorado por la empresa española Intemac y el catedrático Mike Schlaich y montada por la compañía toledana Estrumaher. 'Todos han puesto los mejores equipos, empezando por la promotora Testa y Sacyr', asegura Rubio, ya que todos se jugaban mucho en su primer rascacielos.
Un coloso ideado en un fin de semana
La primera incursión en la arquitectura de altura del estudio Rubio & Álvarez-Sala se ideó y cerró en sólo un fin de semana. Un jueves, los arquitectos recibieron la información de la promotora Testa para presentarse a un concurso que finalizaba el lunes. Hicieron en 72 horas su propuesta para construir la Torre Sacyr y ganaron.¿Cómo lo lograron? 'Es un rascacielos muy propio', asegura Carlos Rubio. 'Son cosas que están en la cabeza, en la despensa que tenemos los estudios', añade. Además, como profesores, (tanto Rubio como Enrique Álvarez-Sala) proponen a sus alumnos y a ellos mismos este tipo de ejercicios.Buscaron una 'imagen muy nítida, poco barroca', explica Álvarez-Sala, considerando el conjunto de torres. 'No es tanto un edificio, sino cuatro. Buscamos la sencillez de líneas con algún gesto que le diese personalidad propia', añade.El edificio, de 54 plantas, contará con un hotel (de Hotusa) de cinco estrellas gran lujo hasta el piso 31 y que empezará en el menos dos, donde habrá una gran centro de convenciones. En lo más alto, a la misma cota que la localidad serrana de El Escorial, habrá una estación eólica. Según los arquitectos 'el edificio es barato'. Estimaciones publicadas sitúan el coste en cerca de 400 millones de euros para la tercera torre más alta del conjunto y de España. ¿Y tienen ya algún otro encargo? 'Hay muchas ideas. Ya se sabe que los estudios nos especializamos en algo con un sólo proyecto'.