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Masajes y manicura para vuelos más plácidos

Las aerolíneas tratan de obtener ingresos nuevos que palíen el encarecimiento del coste de combustible

Masajes y manicura para vuelos más plácidos
Masajes y manicura para vuelos más plácidosBloomberg

Ingenio no le falta al low cost. Y, aunque ya se sabe cuánto se agudiza en tiempos de crisis, siempre hay lugar para la sorpresa. Con la chispa que la caracteriza y en una jugada que supera cualquier presentimiento, la aerolínea británica Virgin Atlantic, propiedad del magnate Richard Branson, comenzará a ofrecer servicios de manicura y de masajes a bordo de su clase business. Y eso porque, aunque todavía no ahoga, el alza del petróleo ya empieza a apretar a las aerolíneas. La británica, caracterizada por el reducido precio de sus tarifas, pretende evitar la subida de tarifas comercializando nuevos servicios adicionales entre la clase business de sus vuelos. La compañía ya ofrecía este tipo de productos en el Club Virgin del aeropuerto de Heathrow (Londres), un salón reservado a business.

Virgin debió pensar que, con el crudo por las nubes, o dejaba de operar o buscaba alternativas para capear el temporal de manera elegante. El petróleo intermedio de Texas (WTI) con entrega en junio tocó techo el pasado 28 de abril al marcar los 119,93 dólares por barril en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex). Con esas, la estadounidense ATA echó el cierre a principios del pasado mes, escudándose en el incremento del petróleo y en la pérdida de un contrato militar para suspender la actividad. Líneas Aéreas Aztecas desapareció a principios de abril por idénticos motivos, incapaz de hacer frente a un profundo endeudamiento y a carburantes que levitan. Casi a la par, Eos Airways suspendía su ruta entre Londres y Nueva York, y American Airlines se veía también obligada a cancelar vuelos. Ante tamaña coyuntura, otras como British Airways optaron por incrementar las tarifas aún a riesgo de perder mercado.

Virgin prefiere innovar y probar si, esculpir uñas y dar masajes terapéuticos a sus pasajeros, le alcanza para pagar el gasoil de su flota aérea. Estos nuevos servicios, que completan su carta de productos a bordo, 'responden a un reclamo de nuestra clientela', justifica la compañía. Las sugerencias fueron recogidas en el Club Virgin de Heathrow, donde los upper class que frecuentan este espacio disfrutan de manicura, masajes, spa o baño de burbujas, entre otros servicios. Queda claro que Virgin sabe cómo atrapar a los usuarios con cartera. Con diferencia, los que más ingresos le reportan. En vuelos transoceánicos, por ejemplo, ofrece el menú 'sueños ligeros' para prevenir digestiones pesadas y que los business duerman a pierna suelta.

Fueron estos clientes quienes hicieron ver a la compañía que, dada su apretada agenda y el ajetreado programa de vuelos semanales que soportan, lo ideal sería disponer a bordo de los servicios del Club Virgin.

En un e-mail remitido el miércoles, el propio Branson anunciaba a sus clientes que la compañía escuchaba sus sugerencias e iba a complacerles. En la nota, el magnate informaba de la contratación de un equipo de 300 esteticistas. Nada dijo Branson, sin embargo, de las tarifas de esos servicios. Ni de cuándo estarán plenamente operativos. Ni siquiera de si serán suficientes para neutralizar al tornado de oro negro. Ese que está barriendo a las aerolíneas menos avispadas.

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