Lara recela del peso que tendrá Iberia en la fusión Vueling-Clickair

Exige mantener la integridad de su participada

El dueño de Planeta y primer accionista de Vueling, José Manuel Lara, tiene claro que la fusión que promueve su participada junto a Clickair tiene sentido 'como proyecto económico', pero no está dispuesto a que la unión entre ambas implique que Vueling pierda sus señas de identidad. El empresario catalán, en declaraciones al programa La Nit al Dia (La Noche al Día) de TV3, señaló que la fusión 'no se realizará si se pierde el alma propia' de la compañía en la que controla el 26,8% del capital.

Lara es consciente de que si se produce una fusión entre iguales 'Iberia tendrá más participación que cualquier otro accionista en la nueva compañía'. Lara tampoco está dispuesto a que la compañía resultante se integre dentro de una 'estructura de grupo', en referencia a Iberia.

Iberia, pese a tener el 20% del capital de Clickair, ostenta el 80% de sus derechos políticos. Fuentes cercanas a accionistas de Clickair explican que en el diseño original de la aerolínea se optó por este modelo, ya que Iberia asumía la mayor parte de la inversión. El resto de accionistas (Iberostar, Nefinsa, Quercus Equity y Cobra, del grupo ACS) aportaron cerca nueve millones de euros para su lanzamiento. El objetivo de Clickair era dar el salto al parqué una vez alcanzase beneficios, momento en el que se formalizaría la nueva composición del capital e Iberia ingresaría proporcionalmente a ese 80% por la venta de las acciones en el mercado.

Con la fusión con Vueling sobre la mesa, fuentes cercanas a Clickair señalan que la redistribución del capital, en lugar de hacerse en el momento de salir al parqué, se producirá cuando se unan las dos compañías.

De esta manera, el resto de socios de la aerolínea participada por Iberia sólo controlarán realmente el 5% del capital cuando se proponga una ecuación de canje. José Manuel Lara cree que la unión de ambas permitirá crear una aerolínea con 50 aviones y 10 millones de viajeros al año, lo que ayudará a plantar cara a los grandes operadores europeos del segmento de bajo coste: Ryanair e Easyjet. El empresario quiere alcanzar una fórmula en la que Vueling 'no haga agresiones a la estrategia de Iberia' e Iberia respete la integridad de Vueling. El dueño de Planeta quiere que la operación se salde manteniendo la sede social, la marca y el equipo humano de Vueling.