Panrico entra en el sector galletero con la compra de Artiach
Panrico se ha hecho con el control de Artiach, propietaria de las galletas Marbú, Filipinos o Chiquilín, que alcanzan un volumen de negocio anual de 70 millones. Además, ha adquirido la fábrica vizcaína de Orozko y mantendrá su plantilla de 240 trabajadores al menos durante dos años.
Ha tardado en realizarla, pero Panrico ha conseguido finalmente la adquisición que le permite ampliar su negocio más allá del pan de molde y los Donuts. La compañía controlada por el fondo de capital riesgo británico Apax Partners comunicó ayer la adquisición de Artiach, el fabricante de galletas como Chiquilín, Filipinos, Digesta, Princesa, Artinata o Dinosaurus, que hasta ahora estaba en manos de Kraft.
Ya en marzo de 2007, el consejero delegado de Panrico, Joan Cornudella, aseguraba en una entrevista a CincoDías que buscaba adquisiciones que permitieran a la compañía incrementar su volumen de ventas. Entonces aseguraba que Panrico pretendía convertirse en un referente para el sector alimentario español y que la empresa disponía del respaldo económico suficiente para afrontar compras importantes, al estar controlada por una firma de inversión. Sin embargo, ni Panrico ni Kraft han querido revelar el coste de la transacción, aunque el propietario de Donuts dará hoy más detalles de la misma.
Panrico sí ha confirmado que dentro del acuerdo de venta se incluye la planta de producción que Kraft tenía en Orozko (Vizcaya), que cuenta con una plantilla de 240 trabajadores. Según la estadounidense, el nuevo propietario de la fábrica se ha comprometido a mantener sus niveles de empleo fijo durante los próximos dos años. Además, los empleados de Artiach en Montornés del Vallés (Barcelona) pasarán a formar parte de la plantilla de Panrico, así como la red de ventas del resto de España. Además, el fabricante de pan de molde pretende potenciar la capacidad de producción de la factoría adquirida.
Tras esta venta, Kraft mantendrá marcas de galletas como Fontaneda, Oreo o Lu
Las marcas de galletas adquiridas alcanzaron en 2007 una cifra de negocio de 70 millones de euros, con una cuota de mercado del 12%. Una cifra que se sumará a los 590,2 millones que facturó Panrico en el último año, tras crecer un 4,7% respecto al ejercicio anterior. 'Con esta operación hemos dado un paso definitivo en el cumplimiento de nuestro plan estratégico de crecimiento a través de adquisiciones', aseguraba ayer Joan Cornudella, quien además destacaba el potencial de las marcas de Artiach.
La venta de las enseñas galleteras de Kraft era cuestión de tiempo. La adquisición por parte de la estadounidense de Lu, por la que pagó a Danone 5.300 millones de euros, le obligaba a reducir su posición en el mercado galletero español, ya que la Comisión Europea consideraba que alcanzaba una situación de dominio. Ahora el Ejecutivo comunitario deberá dar luz verde a la adquisición de Panrico. Pero dado que no tenía presencia en el sector, la adquisición, previsiblemente, recibirá el visto bueno de Bruselas. Kraft mantendrá en su poder marcas del sector como la propia Lu, Fontaneda u Oreo, además de Toblerone o Suchard.