La peseta mantiene su capacidad para seducir a los clientes
Hay tiendas que logran grandes beneficios con iniciativas que permiten pagar con la antigua moneda
Existen todavía en los bolsillos de los españoles pesetas por valor de casi 1.700 millones de euros que no han sido cambiadas, según datos del Banco de España. Monedas que acumulan polvo en botes y cajas cuya única función es la de alimentar la nostalgia, sin que su propietario sepa qué hacer con ellas. Pero la rubia no ha perdido ni su valor material -aún es posible cambiarla por euros- ni su capacidad de seducción: varias empresas han puesto en marcha ofertas en las que, temporalmente, permiten pagar en pesetas. El éxito ha sido inmediato y sus beneficios han aumentado considerablemente.
Es el caso de Crack, una cadena de tiendas especializada en decoración y regalos para el hogar que cuenta con 14 establecimientos, principalmente en Cataluña. Hace tres años decidió aceptar la antigua moneda española durante un mes. Recaudó aproximadamente tres millones de pesetas, y sus beneficios mejoraron un 15%. 'Es una manera de promocionar nuestra marca y captar nuevos clientes, porque hay mucha gente que no sabe cómo librarse de las monedas que posee, y nosotros les permitimos hacerlo', explica Eduardo Moreno, jefe de expansión de esta firma. 'Además, ofrecemos un servicio como agentes de cambio', añade.
Ahora, la franquicia que esta compañía tiene en Manacor (Mallorca) aceptará pesetas durante el mes de mayo. 'Convertimos la cantidad en euros y le damos un presupuesto al cliente para que se lo gaste en nuestros productos', explica Albert Martínez, responsable de la tienda. Aunque es posible gastar cualquier billete emitido desde 1939, con las monedas no ocurre lo mismo: 'Sólo aceptamos la última serie de monedas que estuvo en circulación hasta 2001, que son las que pueden canjearse en cualquier sucursal del Banco de España', aclara Martínez.
El método ha ayudado a las empresas a captar nuevos clientes, estimular el consumo por persona y promocionar su marca
El mismo sistema utiliza la Papelería Losada de Madrid, que permite comprar con la antigua divisa durante abril y mayo. 'Hay personas que tienen 1.000 o 2.000 pesetas en monedas y dicen que prefieren gastarlo aquí a molestarse en ir a cambiarlas', comenta el dueño de esta tienda, Fernando Losada.
El éxito de la iniciativa ha sido grande en ambos casos: Losada afirma que en los últimos días ha vendido un 100% más con respecto al año pasado, mientras Martínez cuenta que en su franquicia han adelantado la oferta debido a la afluencia de clientes, por lo que ya están aceptando pesetas. 'Y al final, la gente que viene se gasta siempre más de lo que trae', sostiene Martínez. 'El cliente piensa que estas monedas ya no tienen valor, por lo que si viene con 1.000 pesetas no le importa gastarlos, cuando a lo mejor nunca hubiera desembolsado 6 euros', dice Moreno. 'Esta idea sirve para estimular bastante el gasto del cliente', rubrica Losada.
Tanto el dinero que falta como la vuelta se pagan en euros, aunque las dos empresas destacan que su labor no es cambiar moneda. 'Por eso no damos cambio de más de tres euros', dice Losada. 'No aceptamos que nos den un billete de 2.000 en una compra de dos euros para quitarse de encima las pesetas', rubrica Moreno. 'La intención es que se consuma'.