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Peter Ayliffe

'El vendedor debe aceptar por igual tarjetas de débito y crédito'

Sobre la mesa de este directivo están asuntos como la revisión por Bruselas de las tasas de intercambio que aplica Visa, la implantación del área única de pagos en la zona euro, la lucha para desplazar al efectivo y, ahora también, una ralentización económica en Europa y España.

Visa Europa mantiene las viejas costumbres y conserva su forma de asociación de entidades financieras a pesar de la reciente salida del resto del grupo a Bolsa. 'Con esta fórmula queremos aprovechar lo mejor de los dos mundos, tener el alcance global de un actor mundial al tiempo que conservamos la atención sobre Europa', indica Peter Ayliffe, máximo responsable de la compañía.

La Comisión Europea (CE) investiga las tasas de intercambio transfronterizas que aplica Visa. ¿Cuál es la situación exacta de este proceso?

No rechazan nuestras tasas. No tienen ninguna prueba contra nosotros. De hecho, estamos haciendo progresos. Por primera vez tenemos declaraciones de la CE donde no se considera ilegales las tasas de intercambio y eso es un gran avance. Existe la idea, sobre todo en el Banco Central Europeo (BCE), que las tasas de intercambio tienen un papel esencial. Además, la CE ha indicado que cada sistema debe ser juzgado en función de su comportamiento. Ahora tenemos que justificar las razones económicas y técnicas por las que existen las tasas de intercambio. Creemos que las tasas de intercambio deben existir y que son esenciales para el negocio, sobre todo ahora, que la llegada de la zona única de pagos (SEPA) exige fuertes inversiones a la industria de medios de pago.

'Allí donde se han intervenido las tasas de intercambio, el ciudadano de a pie ha salido perdiendo'

Bruselas ha impuesto a Mastercard una multa. ¿Han realizado ustedes alguna provisión de cara a una posible sanción? ¿Su relación con la CE es equiparable a la de su rival?

No hemos hecho ni vamos a hacer ninguna provisión. Estamos abiertos a negociar con la CE. Nos aproximamos a la situación de forma diferente a Mastercard. Ellos argumentan que las tasas de intercambio no están sujetas a las normas de competencia, mientras que nosotros buscamos demostrar que favorecen la eficiencia y el progreso económico en Europa.

comerciantes critican que deban aceptar todas sus tarjetas, sean de débito o de crédito e independientemente de cuánto deban pagar por cada tipo.

¿Dice alguna tienda cuánto encarece los precios por aceptar tarjetas? Ninguna lo hace. Para promover el uso de la tarjeta hay que dar la seguridad al consumidor de que su plástico será aceptado en cualquier lugar y creo de manera ferviente que sobrecargar los precios según se pague en efectivo o con tarjeta va en contra del interés del consumidor. Sobre todo en los entornos donde no hay alternativa, como la compras por internet o la reserva de billetes de avión donde a veces cobran más según sea tarjeta de débito o crédito.

¿Se traducirá una disminución de las tasas de intercambio en un descenso de precios? ¿Ayudaría esta medida a combatir la inflación?

Allí donde los reguladores han impuesto unas tasas de intercambio que no son realistas el único que ha salido perdiendo ha sido el consumidor, que ha debido afrontar los costes que tiene el medio de pago. El sector de la distribución insiste en que reducir las tasas beneficia a todo el mundo. Ciertamente les beneficia a ellos, pero la experiencia muestra que no le ocurre lo mismo al consumidor. No creo que reducir las tasas tenga un gran impacto en la inflación. No hay pruebas de que los precios vayan a bajar.

Varios mercados europeos asisten a un descenso del consumo. ¿Les perjudica esto?

El crecimiento de los pagos en el punto de venta es el elemento esencial. En el caso de España fue muy fuerte en 2007, aumentó un 16%. Nuestro negocio probablemente no se ve afectado en la misma medida que otros. Hay muchas formas para sustituir al efectivo y, mientras logremos eso, el negocio marchará. Ese es nuestro objetivo principal, aumentar los pagos electrónicos. Hoy, uno de cada nueve euros que se pagan en Europa se desembolsa con una tarjeta Visa. Queremos que sean uno de cada cinco euros en 2015.

¿Podría identificar alguna forma para sustituir al efectivo?

Las tarjetas sin contacto es una área que permitirá un gran uso de las tarjetas. Hemos diseñado un producto que es eficaz para que los consumidores lo utilicen y rentable para los emisores. Lograr que la tarjeta esté presente en compras de pequeño importe fomenta mucho el uso general de los plásticos.

¿Cree que la compra de Diners International por Discover les afectará de alguna manera?

Estamos abiertos a la competencia y no creo que ese movimiento cambie nada.

Del cajero al comercio, la asignatura pendiente

'La reducción del efectivo es un objetivo central en Europa y, particularmente, en España'. Peter Ayliffe define claramente dónde centra la firma que encabeza sus esfuerzos. El ejecutivo británico recuerda que monedas y billetes son el alimento de la economía sumergida. æpermil;sta representa, en el caso de España, el 23% del PIB. En la firma de medios de pago insisten en que el efectivo supone un coste muy importante para los gobiernos. Estiman que, si sus tarjetas ganasen un punto porcentual de cuota sobre el gasto total de los consumidores, se produciría un ahorro en el continente de 800 millones de euros. De esta cantidad, 50 millones de euros serían generados en España.Mientras que el 70% de los desembolsos con tarjetas Visa en Europa se producen en comercios, en España este porcentaje apenas alcanza el 33%. Los consumidores nacionales prefieren tirar de alguno de los 60.600 cajeros que trufan la geografía nacional. El esquema de medios de pago se ha propuesto que, en 2015, el país se iguale a las naciones de su entorno y los plásticos sean utilizados en un 70% de las ocasiones en los puntos de venta.Peter Ayliffe no duda en calificar España 'como uno de los lugares más innovadores del continente. Muchas de las entidades miembros miran hacia el futuro. Ahora se centran en fomentar el uso de tarjetas en el punto de venta. Con La Caixa, por ejemplo, desarrollamos un programa de pagos sin contacto y, con BBVA, otro de pago con móvil'.

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