Rajoy: "Si alguien quiere irse al partido liberal, que se vaya"
Mariano Rajoy ha dicho "¡basta!" y ha reafirmado esta mañana en un discurso ante miembros de su partido en Elche (Alicante) su experiencia política y su gestión en los últimos cuatro año al frente del partido.
El líder del Partido Popular (PP) ha trufado la parte final de su discurso de alusiones a la posible candidatura de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, a presidir el partido en el próximo congreso nacional de junio. Así, en un momento de la alocución, ha llegado a afirmar, refiriéndose a los partidos europeos, que "si alguien quiere irse al partido liberal o conservador, que se vaya". En los últimos días, Aguirre se ha definido como liberal y ha relacionado al presidente del PP con la "socialdemocracia".
Arropado por los presidentes de Valencia, Francisco Camps, y de Murcia, Ramón Valcárcel (que le han brindado su apoyo públicamente) y los dirigentes del partido en Cataluña y Andalucía, Joan Sirera y Javier Arenas respectivamente, el líder la oposición ha desgranado su currículum político, "yo empecé pegando carteles", desde que comenzó su militancia en 1977. Entre los momentos clave para la formación que recordó que ha presenciado, figura la refundación del partido en 1990, "en la que admitimos a los liberales". También ha destacado que ha recibido apoyos de todos los niveles del partido, desde militantes de base a presidentes regionales.
Rajoy ha lanzado otra alusión a la posible candidatura de Aguirre al afirmar que "este partido no responde a ningún grupo de presión, sea de la categoría que sea". Al día siguiente de su derrota electoral, el diario El Mundo y la emisora de radio COPE ya habían comenzado a especular con su posible renuncia a seguir adelante a la cabeza de la formación. Los mismos medios han apoyado la candidatura de la presidenta de la Comunidad de Madrid. Acto seguido, ha explicado cómo quiere que sea el PP: "Un partido moderado e integrador", donde "todos estén representados", y "no al servicio de doctrinas". "Aquí hay liberales, democristianos y hasta socialdemócratas", ha insistido.
"Me voy a presentar al congreso porque me lo piden mis compañeros, y no ningún periódico ni ninguna radio", ha concluído Rajoy en una alusión explícita a Aguirre que ha levantado una ovación. Refiriéndose directamente a Madrid, ha afirmado que cree en Madrid, "pero no se pueden confundir veinticinco personas de Madrid con España, porque España es mucho más grande e importante".
El dirigente parece no haber querido dar un tono dramático a las primeras declaraciones en que se refiere con contundencia a las pretensiones de Aguirre sobre la dirección del partido. Al poco de finalizar su discurso, ha llamado a dos militantes al estrado para rendir homenaje a los apoderados e interventores con que el partido contó en Elche para las pasadas elecciones generales.
Liderazgo cuestionado
El discurso se ha producido en un momento en que los movimientos para elaborar una candidatura alternativa a la del propio Rajoy en el próximo congreso nacional del PP en junio generan tensiones entre líderes regionales. Así, mientras los dirigentes del partido en Valencia y Andalucía apoyan abiertamente a quien Aznar designara como sucesor, Francisco Álvarez Cascos, ministro en anteriores gobiernos del PP, ha criticado abiertamente el modo en que Rajoy lleva el partido y ayer cuestionaba la valía y las razones del nombramiento de la nueva portavoz parlamentaria en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría.
El PP de Madrid se ha lanzado a apoyar a la presidenta del partido, Esperanza Aguirre, blanco de muchas críticas después de sugerir que podrían presentarse como candidata a presidir el partido. Ayer, el consejero de Sanidad y responsable de comunicación del ejecutivo madrileño, Juan José Güemes, respondió con virulencia a las críticas de Antonio Sanz, número dos del partido en Andalucía, que pedía a Aguirre que se definiera. "Que no le detenga nada y que no espere a saber lo que hace Esperanza Aguirre ni cualquier otro. Que empiecen a trabajar ya que llevan treinta años cómodamente instalados en la oposición perdiendo elecciones una y otra vez", respondió el consejero de Madrid.
Arenas llama a la unidad
En el mismo acto también ha intervenido el secretario general del PP en Andalucía, Javier Arenas, que ha hecho un llamamiento a "la cohesión y unidad del partido". Como prueba de ello, afirmó que no dedicaría "ni un minuto" para "contestar a un compañero", en alusión al ataque del Consejero de Salud de la Comunidad de Madrid Juan José Güemes, que recordó ayer que el PP de Andalucía lleva 30 años sin ganar las elecciones autonómicas.Ha añadido que el PP debe ser "un partido en el que caben todos, sin divisiones territoriales y sin familias ideológicas" y que, además, "no hay que inventar", porque "ya existe". Arenas ha elogiado también el trabajo que Rajoy ha dedicado a Andalucía, con la que se habría "volcado especialmente", y ha afirmado que tanto él como los 100.000 militantes del aprtido en Andalucía se van a "dejar la piel para que se garantice siempre la cohesión y unidad del partido"
La primera pregunta de Rajoy
El presidente del PP debe haber recordado el momento del segundo debate electoral con Zapatero en que el presidente del Gobierno le pilló en una mentira acerca de cual fue la primera pregunta que Rajoy le formuló como líder de la oposición. Esta mañana, se ha curado en salud y ha anunciado que, de no responder el presidente a su propuesta para debatir la gestión del agua en un debate monográfico, la primera pregunta que Rajoy formule en una sesión de control será sobre el agua.La primera mitad del discurso de Rajoy ante los cerca de 1.000 militantes reunidos en auditorio del Centro de Congresos de Elche se ha centrado en atribuir los efectos de la crisis económica a la inactividad del Gobierno durante la pasada legislatura. Se ha mostrado partidario de los trasvases y del Plan Hidrológico Nacional, al que ha acusado al Gobierno socialista de dianamitar "por decreto ley".Las últimas medidas del Ejecutivo socialista para atajar la crisis han sido calificadas de "ineficaces y timoratas" por Rajoy. A su juicio, en lugar de facilitar a los ciudadanos el aplazamiento del pago de sus hipotecas, lo que debe hacerse es aumentar las deducciones a los impuestos sobre la vivienda.