Itínere, en plena incertidumbre
Los inactivos bancos de la Unión Europea finalmente tendrán alguna operación a la que hincar el diente. Itínere, la división de autopistas de Sacyr Vallehermoso, está desafiando el mercado en la que será la primera gran OPV europea de este año. La operación valora la compañía entre 3.400 y 4.200 millones de euros, y debería aportar a la compañía 1.200 millones, incluyendo una ampliación de capital de 400 millones de euros y la opción greenshoe.
Estos son tiempos difíciles para ponerse en venta, y el precio de Itínere lo refleja. Cintra y Abertis, dos compañías similares a Itínere, están negociándose con un descuento entre el 20% y el 40% de su valor contable. El capital de Itínere fue valorado en 6.200 millones de euros tras su fusión con Europistas el pasado mes de junio. En la mitad de la horquilla, excluyendo los 400 millones de la ampliación de capital, Itínere se está vendiendo con un descuento del 45%, lo que refleja una prima adicional de la OPV.
En teoría, la empresa debería esperar obtener, como mínimo, algo similar a Cintra, teniendo en cuenta que disfruta de una menor exposición a un dólar débil y tiene mayores perspectivas de crecimiento.
Es difícil entender por qué una compañía querría vender tan barato. Sacyr recibirá 700 millones de euros por sus acciones, más 190 millones por la ampliación de capital que utilizará para reducir deuda. Pero eso supone un 40% menos de lo planeado en un principio, una señal de que no está totalmente desesperada. Por qué Itínere quiere aumentar su capital es más desconcertante. Cierto que necesita liquidez para continuar invirtiendo en proyectos de autopistas, pero vender acciones a mitad de precio para invertir en algo resulta curioso.
Los mercados están muy inestables y puede suceder un montón de cosas hasta que se fije el precio final de la OPV, previsto para finales de mes.
Aunque la ventaja de ser la única compañía que lanza una OPV es que Itínere acaparará con toda seguridad la atención de los inversores. Y su gran descuento da a la empresa la oportunidad de tener éxito, incluso en medio de estos mercados tormentosos.
Por Fiona Maharg-Bravo
Comprar energía en España
EDF está interesada en España, donde sopesa pujar por Iberdrola, la segunda mayor generadora eléctrica del país. El gigante energético francés pisa terreno trillado, después de que la española Gas Natural y la alemana Eon perdieran una épica batalla por el control de Endesa entre 2006-2007. Aquí van diez sugerencias para adquirir una energética española con éxito:10. Lo primero, consulte con Madrid. El gran error de Eon fue chocar contra la oferta de Gas Natural por Endesa sin pedir permiso.9. El respaldo del Gobierno es necesario, pero no suficiente. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, puede ser indeciso. Respalda a Gas Natural y un minuto después brinda con Merkel, o abre la puerta a la italiana Enel, la ganadora de la batalla por Endesa.8. Estudiar a los partidos nacionalistas. El Ejecutivo español frecuentemente depende de ellos para gobernar, lo que complica las cosas. Iberdrola es vasca.7. Nadie se pone al teléfono de 14.00 a 16.30 horas.6. Búsquese un socio local. ACS con sus patas en Iberdrola y Unión Fenosa, podría ser un buen candidato. Esos sí, siempre que la española no sea muy glotona. Acciona, el grupo constructor, fue un dulce socio para Enel.5. Cuidado con los estatutos que pueden limitar los derechos de voto al 10%, sin importar el capital que se posea. Endesa lo tenía, e Iberdrola también.4. No sea hostil. Se arriesga a acabar en los tribunales ante los astutos directivos españoles. Sánchez Galán, el boss de Iberdrola, ya ha lanzado varias misivas legales contra la dirección de EDF. Un ataque hostil puede hacer que se termine en el punto de mira de los reguladores comunitarios.3. Disponga de un buen equipo de abogados (vea el punto 4).2. Cuidado con el sobreprecio. Iberdrola se está negociando a 12 veces el Ebitda estimado para este año; una gran prima para el sector.1. Tenga un plan B. Las normas del juego cambian frecuentemente en España, y los negocios energéticos rara vez terminan como empezaron.Por Fiona Maharg-Bravo