La 'teleco' pierde 265.600 accionistas en un año por la revalorización bursátil
Telefónica ya tiene en sus manos el recuento oficial de accionistas que hace cada inicio de año. Esta vez lleva fecha del 29 de febrero y concluye que la operadora tiene 1,5 millones de accionistas, según un documento oficial de la operadora.
Con esta cifra, Telefónica sigue siendo la empresa no financiera con mayor base accionarial del Ibex, pero la pérdida de inversores con respecto a los datos de marzo de 2007 arroja la caída más grande la década.
Y es que Telefónica ha perdido 259.600 accionistas en un año, bastante más que el último ejercicio de caída, 2005.
Existen dos explicaciones para lo abultado del descenso. La primera es la subida bursátil de la operadora. Normalmente, el número de accionistas se suele mantener cuando la cotización baja, puesto que los inversores tienen pérdidas. Cuando sube, la situación es distinta, ya que muchos aprovechan para realizar plusvalías. Y Telefónica ha subido en el año. Ha sido un 22% entre el último recuento -el 2 de marzo de 2007- y el actual, pero con un fuerte repunte entre octubre y diciembre del año pasado que llevó las acciones por encima de los 23 euros, su nivel más alto desde 2001.
A ello se ha unido el hecho de que en 2007 Telefónica acababa de absorber miles de accionistas de su filial Móviles, lo que disparó las cifras. La base de socios actual es muy similar a la de 2005 o 2006.
Subida de tarifas
Por otra parte, Telefónica comenzará a cobrar a partir de julio un servicio que hasta ahora era gratuito: la identificación de llamadas. Lo hará para los clientes de telefonía fija que no tengan contratados productos adicionales, como un ADSL o tarifas planas de voz. A los demás, unos dos millones de usuarios, la factura les subirá 50 céntimos al mes, más el IVA, siempre que no quieran renunciar al servicio.
Los abonados que verán incrementado su recibo son los de menor gasto, aquellos a los que la cuota de abono -13,97 euros mensuales- les supone la mayor parte de la factura. Telefónica justifica la medida en que la identificación de llamada supone un gasto y que se lleva regalando mucho tiempo.