Ventajas de un PER de 11,5 veces
Quien no se consuela es porque no quiere. Si hace 15 meses alguien hubiese planteado el escenario de una crisis inmobiliaria en toda regla en España combinada con una posible recesión en Estados Unidos y una contracción crediticia de las que hacen época, más de uno habría tenido la tentación de tirarse a la montaña con saco de dormir y escopeta. Ha pasado todo eso y ayer los analistas citaban con el hastío y el aburrimiento característicos de un perro de pueblo la última cifra salida de las cocinas del Fondo Monetario Internacional: Un billón de dólares por la dichosa crisis.
Cuenta el mercado con un poderoso aliado: las valoraciones. Cierto es que las perspectivas de beneficios están más sesgadas al alza que a la baja, y que durante los próximos meses se van a ver día sí día también rebajas de expectativas de resultados. Pero, con todo, resulta difícil pensar en un gran ciclo bajista cuando el PER en el Ibex 35 está en 11,5 veces según Bloomberg. Es uno de los argumentos que destaca Citi en su último informe. Caídas del orden del 20% son posibles sin salirse de lo que llaman 'mercado alcista maduro'. Una caída de este calibre, precisamente, registró el mercado español en poco tiempo desde los máximos de noviembre hasta los mínimos del mes de enero.
'Los mercados seguirán volátiles según estos dos factores, beneficios a la baja y valoraciones también bajas, luchen entre sí. Sin embargo, las valoraciones y las agresivas acciones de los bancos centrales deberían vencer', explica Citi. Otra forma de verlo es que, si el dinero se va a seguir repartiendo a precio de saldo en las subastas de la Reserva Federal, a algún sitio acabará por irse, y quien no compre el escenario de crisis crediticia tendrá seguramente dos categorías de activos marcadas: el crédito, en primer lugar -los spreads actuales descuentan un escenario profundamente negativo- y la renta variable.
Es un poco pronto para ir encargando el champán. Quien más quien menos, en el mercado todo el mundo espera que los índices vuelvan a acariciar la zona de mínimos de este año. Los pesimistas creen que los pueden perder mientras los optimistas replican que eso acercará al mercado a la capitulación final. Es una lástima que la economía real no se arregle con tanta facilidad.