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Las consumidoras reclaman el derecho a tener el pie grande

Más de 10.000 personas se han unido para encontrar tallas adecuadas a su número de calzado.

Las consumidoras reclaman el derecho a tener el pie grande
Las consumidoras reclaman el derecho a tener el pie grandePablo Monge

La altura media de los españoles ha aumentado 12 centímetros en poco más de un siglo, según un estudio de la Fundación BBVA. Y con ella, el tamaño de los pies. Un hecho del que muchos comerciantes no parecen haberse dado cuenta, pues la gama de calzado en tallas grandes es escasa, poco atractiva y costosa. Por ello, un conjunto de personas con el pie grande, principalmente mujeres, ha formado un club para reclamar a la industria zapatos de tallas superiores a la 41 para las mujeres y a la 45 para los hombres.

Todo comenzó cuando Inmaculada Ruiz Santana, española de 47 años residente en Argentina, se desesperó por no poder encontrar zapatos para sus cuatro hijas, que calzan entre el 42 y el 43. O no había o eran demasiado caros. 'Cansada de los abusos en los precios, de la falta de diseño y de la baja calidad, decidí formar un listado de gente con este problema para intercambiar direcciones, precios y datos de fabricas', explica. Así nació el Club del Pie Grande, que hoy cuenta con más de 7.000 socios en la red latinoamericana y 4.000 en la española, según afirma Santana. 'Nos dedicamos a recomendar lugares según diseño, precio, gusto, edad... No vendemos, sólo prestamos un servicio', cuenta.

El éxito ha sido fulgurante, sobre todo entre chicas jóvenes que quieren llevar zapatos similares a los de Katie Holmes o Angelina Jolie (ambas calzan un 41) sin gastarse una fortuna. Como Silvia, una joven de 20 años que mide 1,90 y calza un 42-43. Jugadora de baloncesto, dice que para el calzado deportivo no tiene problemas porque 'para jugar da igual que el calzado sea de hombre o de mujer'. Para la vida diaria, lo tiene más complicado: 'Hay sitios que tienen números grandes, pero sólo tres o cuatro modelos y siempre a precios muy altos', asegura. 'Me parece indigno el negarle a alguien el derecho a calzar un zapato a la moda', sentencia Miriam, de 19 años, 1,80 de altura y un 43 de pie. 'Somos muchas las personas que paseamos por delante de las zapaterías y no podemos entrar a comprar un zapato', añade.

'Las tiendas no quieren arriesgarse a pedir tallas que no van a lograr vender', explican en la Federación de Industrias del Calzado

Pero el problema, según parece, es que no son suficientes. 'Es una cuestión de demanda, porque tampoco hay tantas mujeres que calcen por encima del 42, ni tantos hombres con más de un 45. Las tiendas no quieren arriesgarse a pedir tallas que no van a conseguir vender', explican en la Federación de Industrias del Calzado Español. 'Algunos comercios me han confesado que la marca sí que fabrica el modelo, pero que a ellos no les interesa cogerlo', corrobora Silvia.

De momento, el Club del Pie Grande ha logrado avances destacables: muchos comercios ofrecen a sus miembros diversas ofertas, como el 20% de descuento en saldos o la devolución del IVA en compras de plena temporada. Esto no ocurre todavía en España, aunque cada vez hay más tiendas de calzado de tallas especiales, como Tall Galls o José Luis Deza.

Además, esta asociación funciona como centro terapéutico y social, según relata Santana: 'El intercambio de experiencias similares ayuda a la gente. Hemos logrado que muchas jóvenes que miraban sus pies con complejos hoy se quieran tal como son'.

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