En concreto, la mayor contratista militar europea señala que hasta 450 empleos podrían ser eliminados en su fábrica de Brough, al Noreste de Inglaterra, y otros 134 puestos de trabajo en la factoría de Woodford, cerca de Manchester.
No obstante, la compañía explicó que mantiene conversaciones con los sindicatos para explorar todas las oportunidades, entre las que se podrían contemplar bajas voluntarias y relocalizaciones de trabajadores con carácter individualizado en otros segmentos de negocio de la compañía en Reino Unido.