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Columna
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Los bancos, ante el abismo

Las estadísticas del primer trimestre dibujan un feo cuadro de los bancos de inversión, que las anécdotas de historias trágicas sólo han comenzado a dibujar. Los titulares son siniestros. Comparado con las cuentas globales de hace un año, el volumen de fusiones ha caído un 35%, las emisiones de acciones un 37% y la deuda ha crecido un 44%. Pero los datos pesimistas de las firmas de análisis Thomson Financial y Dealogic son engañosos. La situación es aún peor.

Empecemos por el capítulo de fusiones y adquisiciones. Sólo tres de las diez mayores transacciones constituyen la clase de acuerdos básicos que anclan una franquicia. Una filial salida a Bolsa, un fondo de inversión soberano, una toma minoritaria, dos recientes tratos fallidos -el de Dubai con Colonial y el de Punch con M&B- y la incierta y hostil inclinación de Microsoft por Yahoo comprenden el resto. Ignorando a todos estos se eliminan 127.000 millones de euros de la actividad trimestral, de 399.000 millones. Las empresas de capital riesgo, que manejaron 93.326 millones de euros en acuerdos en un mes -mayo del 2007- podrían rozar sólo 33.326 millones en el primer trimestre de 2008.

Sondeando los mediocres mercados de renta variable, pueden encontrarse similares hinchazones. Las opv mundiales cayeron sólo el 11%, hasta 23.038 millones de euros, en los mismos tres meses hace un año. Pero una opv, realizada por Visa, supone más de la mitad del total trimestral. Zimbawe y Vietnam, difícilmente los lugares donde la mayoría de los banqueros querrían colocar sus futuros bonus, ostentan tres de las diez mayores opv del mundo. El volumen de nuevos emisores en Europa ha caído realmente un 95%, y no hay nada previsto para el segundo trimestre. Entre las mayores esperanzas del continente está la diseñadora italiana Prada, que ha pospuesto su opv tres veces desde que anunció su plan hace una década.

Y luego, en el centro de esta tormenta económica, está la deuda. El aumento de 128.195 millones de euros en marzo fue el total mensual más bajo desde diciembre de 2000. Los bonos hipotecarios y los CDO, el último capricho fallido de los bancos de inversión, han bajado un 89% desde principios de 2007, hasta el total cuatrimestral más bajo desde el primer trimestre de 1996.

Los bancos siempre tratan de encontrar una interpretación positiva a partir de información negativa. Pero no hay prácticamente nada a lo que agarrarse en estos datos. Esto quiere decir que probablemente es hora de afrontar la realidad: a menos que los mercados se estabilicen pronto, el año será un completo desastre.

Por Jeffrey Goldfarb

El lío de Heathrow

De haberlo intentado, British Airways difícilmente podría haberlo hecho peor en la gran inauguración de la Terminal 5 del aeropuerto de Heathrow. Willie Walsh, el director ejecutivo de la aerolínea británica, había tratado de vender la apertura de la ultramoderna terminal como el principio de una nueva era en los viajes por aire. En cambio, ha sido sólo otra fuente de duros titulares sobre Heathrow. El jueves, British Airways se vio forzada a cancelar vuelos y a negar la entrada a todos los pasajeros con equipaje, y el viernes canceló más vuelos.British Airways puede encontrar un pequeño consuelo en la Historia. La inauguración de la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas en Madrid, hace dos años, también estuvo plagada de vuelos retrasados. La aerolínea, además, puede echar la culpa al operador aeroportuario BAA por algunos de los problemas iniciales, como la ruptura de una escalera mecánica y los fallos en las barreras del aparcamiento.Pero el principal problema parece haber sido la incapacidad de British Airways para llevar las maletas desde el sistema de gestión del equipaje a los aviones. ¿El motivo? Simplemente, no había suficiente gente para hacer el trabajo. Esto es absurdo. British Airways tenía meses para planear la inauguración y Walsh se jugaba su reputación -y la de British Airways - en que todo fuera bien. Estas reputaciones han recibido, con razón, un buen golpe. Hasta dónde caerán depende de cuánto tiempo dure el caos. A la nueva terminal de Madrid sólo le llevó dos meses operar normalmente. Si British Airways consigue arreglar pronto sus asuntos, los recuerdos quizá se desvanezcan.Pase lo que pase, la caótica apertura difícilmente podría llegar en peor momento para BAA. La operadora, propiedad de la española Ferrovial, ya afronta severas turbulencias para refinanciar su montaña de deuda de 12.635 millones de euros, además de una investigación sobre una posible ruptura. Debe esperar que no hubiera reguladores o prestamistas potenciales entre la disgustada multitud de la Terminal 5.Por Fiona Maharg-Bravo

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