Trabajo tiene que crear certificados profesionales para 700 ocupaciones
El Ministerio de Trabajo deberá crear en los próximos tres años certificados de profesionalidad, que sirvan de acreditación oficial para los 700 nuevos perfiles laborales que se están incluyendo en el Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales. La creación de estos certificados lleva varios años de retraso, ya que la ley que ordenó su elaboración fue aprobada en 2002.
De los más de 20 millones de ocupados que existen en España, más de 11 millones no tienen ningún tipo de titulación o acreditación profesional.
Los nuevos certificados de profesionalidad, que se crearon en la Ley de las Cualificaciones y de la Formación Profesional en 2002, pretendían solucionar esta situación, ya que, según su diseño original, los trabajadores obtendrían una de estas acreditaciones, bien mediante cursos formativos o por su experiencia profesional.
Sin embargo, el Ministerio de Trabajo aún no ha aprobado por completo ninguno de estos certificados, aunque en los últimos días ha retomado los trabajos para su elaboración. Según sus planes, a finales de 2008 ya podrán expedirse estos certificados oficiales para 200 profesiones y en 2010 deberán estar en marcha para los 700 perfiles profesionales que recogerá el Catálogo Nacional de Cualificaciones.
Así, los certificados de profesionalidad son sólo una parte de toda la reordenación de los perfiles laborales que se está llevando a cabo desde 2002 por parte de los Ministerios de Educación y de Trabajo, a raíz de la citada ley.
Al amparo de esta normativa, grupos técnicos de trabajo, en contacto con empresas y sindicatos de todos los sectores llevan desde 2004 elaborando el citado Catálogo Nacional de Cualificaciones que cuando se finalice recogerá 700 perfiles pertenecientes a 26 familias profesionales, cada uno con cinco niveles de cualificación (ver tabla). Hasta la fecha, se han aprobado 390 cualificaciones y hay definidas más de 100, pendientes del visto bueno definitivo.
Cada cualificación lleva asociada un módulo formativo dónde se describe la formación necesaria para adquirir esa competencia. El objetivo es que los estudiantes y trabajadores puedan conseguir la acreditación de su profesión mediante un Título de Formación Profesional (unas 2.000 horas) o a través de un certificado de profesionalidad (entre 200 y 300 horas formativas).
Ahora, los técnicos del Instituto Nacional de Cualificaciones -dependiente del Ministerio de Educación- se acaban de poner a trabajar con los Servicios Públicos de Empleo para diseñar el contenido de cada uno de los 700 certificados profesionales. Pero, de momento, y a medida que se vayan aprobando por el Consejo de Ministros estas acreditaciones, sólo podrán conseguirse con cursos de formación y no mediante la experiencia profesional, tal y como prevé la ley, ya que aún está pendiente de desarrollo legislativo cómo y quién deberá acreditar la experiencia del trabajador.
En cualquier caso, ya hay grandes empresas como Endesa o Fiat, que se han mostrado muy interesadas en que salgan adelante estos certificados de profesionalidad 'para que la formación que imparten a sus trabajadores sirva para que estos empleados, muchos de ellos sin ningún tipo de titulación, consigan una acreditación oficial de su nivel profesional', indican fuentes del Instituto.
No obstante, desde el sindicato Comisiones Obreras (CC OO) lanzan una queja clara a todo este proceso: 'ha habido un problema de metodología del Instituto Nacional de Cualificaciones, porque están aprobando los perfiles profesionales sin ningún tipo de prioridades y habría que sacar adelante primero los de aquellas profesiones más necesarias en el tejido productivo, como las relacionadas con la Ley de Dependencia o la industria'.
Formación reglada
Los títulos de Formación Profesional también deben adaptarse al nuevo Catálogo de Cualificaciones. Ahora hay unos 150 de estos títulos y, de momento, sólo se han adecuado una treintena. Dado que dichos títulos son de mayor calado que los certificados profesionales, cada uno de ellos acreditará entre dos y seis perfiles profesionales.
El reto: la evaluación de la experiencia
'Las empresas están siempre preocupadas por certificar la calidad de sus productos, pues ha llegado el momento de la certificación de las personas'.Así defiende Francisca Arbizu, directora del Instituto Nacional de las Cualificaciones, la próxima aprobación de los certificados de profesionalidad. En su opinión, 'hoy en día ya hay un consenso muy importante entre los empresarios, que van a dar cada vez más importancia a tener una plantilla que pueda acreditar su formación'.Por ello, Arbizu asegura que 'el gran reto' del nuevo sistema será desarrollar este mismo año la norma que permita conseguir los certificados profesionales también a través de la experiencia profesional.Para ello, el Gobierno deberá aprobar 'los criterios de evaluación de la experiencia'. Esto es, cuántas horas de trabajo se exigirán y, sobre todo, acordar un modelo de examen acreditativo para cada cualificación que, a juicio de Arbizu, deberían ser eminentemente prácticos. En este punto, admite que pueden aparecer tensiones con los sistemas formativos, muy celosos con su monopolio en el acceso a títulos oficiales. En cualquier caso, consideró urgente desarrollar esta norma porque 'si no lo hacemos, lo harán las comunidades'.