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Estudio

La banca española entra en la puja por el negocio de tarjetas de Europa

La gran banca española figura en la élite del negocio de tarjetas en Europa. Santander, BBVA, La Caixa, Caja Madrid y Popular aparecen entre los 50 primeros emisores del continente. Pero el dinero de plástico sigue siendo, de forma indiscutible, una especialidad de entidades británicas y francesas.

Como si de un maratón se tratase, los grandes grupos financieros nacionales trufan el pelotón que lidera el negocio de tarjetas en Europa. Las cinco primeras firmas españolas aparecen entre los 50 mayores emisores del continente, según un estudio publicado el pasado diciembre por The Nilson Report. Esta publicación compara 197 entidades de 35 países.

La Caixa, el mayor gestor de plásticos nacional, aparece en un correcto decimoquinto puesto a nivel continental. Le siguen BBVA (21), Caja Madrid (26), Santander (34) y Popular (50).

Considerado como grupo paneuropeo, Santander escala posiciones y llega al sexto puesto por facturación cuando a la matriz se suman Banesto, las filiales de Noruega, Alemania, Italia y, sobre todo, la del Reino Unido. De hecho, Abbey National mueve el doble de dinero que Santander en España.

Santander entra en el 'Top 10' si se suma el dinero gestionado por la matriz y las filiales

Mastercard y Visa están presentes en todos los plásticos galos e hispanos y en muchos británicos

Algo parecido ocurre con el escandinavo Nordea. Este banco -presente en Dinamarca, Finlandia, Noruega, Polonia y Suecia-, se cuela entre los 10 primeros emisores europeos al considerarle como grupo.

Los datos de la revista estadounidense especializada en medios de pago muestran que el negocio del dinero de plástico se encuentra dominado por las entidades del Reino Unido (14 nombres entre los 50 primeros del ranking) y Francia (ocho).

'Los factores claves para que figuren grupos de un lugar u otro en los primeros puestos son la población de cada país, la renta per cápita de sus ciudadanos, la propensión de la gente a utilizar tarjeta frente al efectivo o los cheques, así como el grado de concentración del sistema financiero', explica el máximo responsable de medios de pago de una importante entidad de crédito española.

The Nilson Report incluye en sus cifras el número total de plásticos emitidos, el gasto efectuado directamente en comercios y el dinero total que mueven las tarjetas de cada grupo. Es decir, las compras en tiendas más las disposiciones de efectivo en cajeros. También aparece el porcentaje del gasto que se efectúa en cada caso con productos Visa y Mastercard.

En el listado están prácticamente ausentes de los puestos de cabeza las entidades provenientes de dos de las grandes economías de Europa: Italia (sólo coloca dos grupos entre los 50 primeros) y Alemania (ninguno).

'El informe incluye los datos referidos a Visa, Mastercard, American Express, Diners Club y JCB, pero no los de los medios locales. En Alemania tienen muchas soluciones domésticas que sólo operan a nivel nacional y no están asociadas a marcas internacionales'. Así explican en Caja Madrid la ausencia de grupos germanos.

Prácticamente todas las tarjetas francesas y españolas, además de buena parte de las británicas, incluyen en su anverso el logo de alguno de los dos esquemas globales de tarjetas.

Turquía figura en el estudio como un país en alza, al situar seis grupos entre el medio centenar de entidades de cabeza. 'Es un país con 75 millones de habitantes donde los bancos ganan bastante dinero con los medios de pago. Son artistas en el desarrollo de programas de puntos y fidelización', comentan fuentes financieras.

Los países más habituados al dinero de plástico -como Reino Unido, Francia y los escandinavos-, muestran mayores índices de gasto directo en comercios. Tanto en volúmenes absolutos como en relación sobre el total desembolsado con las tarjetas. Lo contrario ocurre en los Estados de Europa del Este y Turquía. Las cifras de los bancos de Polonia, Rusia o la República Checa muestran que hay pocos datáfonos distribuidos en los comercios.

La cifra

61.783 millones de euros mueven las 14.392 tarjetas emitidas por el grupo Santander en toda Europa.

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