Exportar se complica
El euro sigue lanzado en una carrera alcista que lo ha colocado en cotas nunca alcanzadas hasta ahora, y ya ha superado 1,56 dólares. Esta evolución, propiciada sobre todo por la debilidad de la divisa de EE UU, está poniendo sombras en los intercambios comerciales de las empresas españolas. Es cierto que más del 65% del mercado exportador español está constituido por la zona euro y, por tanto, está exento de la revalorización de la moneda única. Sin embargo, la alarma ha sonado en el resto de áreas. En 2007 las ventas fuera de la zona euro crecieron un 8,1%, tres veces menos que el año anterior. Es un revés que se suma a las carencias de competitividad que sufre la economía. Se puede poner en la parte positiva que un euro fuerte abarata la alta factura energética y las inversiones fuera de la eurozona, pero hay factores que pueden pesar mucho en el lado negativo, como las dificultades de las pymes exportadoras o que los turistas británicos, los primeros clientes de España, les dé por cambiar su destino de vacaciones.