La UE y las farmacéuticas aportan 2.000 millones para I+D
La Unión Europea y las empresas farmacéuticas contribuirán con 2.000 millones de euros a proyectos conjuntos de innovación en el sector biomédico. El objetivo es impulsar la investigación y la competitividad en Europa en tecnologías y procesos para lograr nuevos fármacos, según sus promotores.
Los sectores público y privado se unen para potenciar la innovación en el territorio europeo. Bajo la cobertura de la Iniciativa de Medicamentos Innovadores (IMI), una empresa común formada por la Unión Europea y la Federación de las Industrias y Asociaciones Farmacéuticas (Efpia), las compañías, las universidades, hospitales y asociaciones investigarán y realizarán proyectos de modo conjunto para 'fomentar los nuevos descubrimientos de forma ágil y propiciar la competitividad en Europa', según explicaron ayer sus promotores en rueda de prensa. Como portavoces españoles del proyecto, ayer participaron Isabel Noguer, del Instituto Carlos III, Javier Urzay, coordinador industrial de la Plataforma IMI, Ferrán Sanz, coordinador académico, y Carlos Martínez, de la Oficina Europea del Ministerio de Educación.
El IMI contará con una financiación de 2.000 millones de euros para distribuir entre el periodo 2008-2017. La industria farmacéutica aportará la mitad pero en especie. Es decir, pondrá al servicio del proyecto sus laboratorios, sus recursos y personal investigador. Una vez cuantificada esta aportación, la UE contribuirá con la misma cantidad en efectivo. Los laboratorios no reciben dinero sino que este se destina a financiar la investigación de las 'universidades, las pymes, las asociaciones de pacientes y las ONG', como explicaron ayer.
Sin embargo, el IMI no financiará directamente los nuevos fármacos o vacunas o los ensayos clínicos. Los esfuerzos de IMI se destinarán al desarrollo tecnológico preclínico aplicable de modo que se solventen los 'cuellos de botellas, es decir, las distorsiones que suceden en la génesis y desarrollo de las moléculas', dijo Noguer. En concreto, los proyectos se centrarán en seguridad y eficacia de los compuestos, en gestión del conocimiento y en la formación y capacitación de los profesionales.
En abril, saldrá la primera convocatoria para financiación de proyectos, en la que se repartirán 177 millones. Las empresas y el sector público se irán agrupando en los consorcios de investigación en función de sus intereses. Deberán ser entidades legales independientes con tener capacidad para desarrollar trabajos por sí mismas y contar con, al menos, dos socios de la Efpia.
Según detalló Urzay, que pertenece a Farmaindustria, en el proyecto participa la patronal española como aglutinante de las empresas pero además 'Esteve y Almirall participan como miembros independientes de la Efpia, en investigación sobre el dolor, antiinflamatorio y respiratorio, por ejemplo'. Colaboran unas 26 farmacéuticas europeas.
Ambiente político propicio
Javier Urzay destacó ayer 'el ambiente político propicio y de colaboración' hacia la innovación que se vive en estos momentos en España. 'No se trata sólo del apoyo de unas siglas concretas. Hemos hablado con todos los partidos y es una cuestión de España como país', aseguró.El directivo explicó que toda la investigación que albergue este proyecto tiene como objetivo 'acortar y abaratar los procesos de descubrimiento de un fármaco', que ahora supone una media de entre ocho y diez años y unos 1.000 millones de euros de presupuesto. 'Esto redundará en beneficio de los pacientes, que tendrán mejor acceso y más pronto al tratamiento', subrayó.Urzay avanzó que, respecto de la protección industrial, cada consorcio fijará sus normas de utilización de las tecnologías que desarrolle y sus protecciones.