La Generalitat pagará al dueño de un piso si el inquilino es desahuciado
La Generalitat pagará hasta seis meses de alquiler a los propietarios de viviendas que hayan sido arrendadas y se encuentren ante una situación de impago. El gobierno catalán aprobó ayer la medida, que busca dar seguridad a los propietarios de pisos que no se atreven a alquilarlos por miedo a no recibir las mensualidades pactadas con el arrendatario.
Para que los propietarios puedan acogerse a esta garantía, la renta mensual de alquiler no podrá superar los 1.500 euros en Barcelona y deberá oscilar entre los 600 y los 1.200 euros en el resto de Cataluña. Otro requisito para cobrar las mensualidades impagadas es que el propietario haya instado y obtenido una sentencia judicial de desahucio por impago.
Presentada la sentencia y el resto de documentación ante el Instituto Catalán del Suelo (Incasol), el arrendador recibirá en dos meses las mensualidades no cobradas desde el inicio de la acción judicial. Para evitar el fraude, no se procederá al abono si en el plazo de tres años se han dictado tres sentencias de desahucio relativas a una misma vivienda.